Jesús Millán Muñoz.- ¿Tendríamos que aceptar una nueva categoría del libro y del códice actual, que es volver, revisar la historia del libro actual, escrito a mano, solo con escritura o con escritura y dibujos o pinturas?
¿Es decir, hay que plantearse una “nueva categoría” del libro, aquel que tiene suficiente texto escrito, por tanto, es un libro, y algunos tienen ilustraciones originales y únicas. Y, en principio, solo existe un ejemplar?
Es decir, volver a la situación, anterior a Gutenberg, a la imprenta. Básicamente, a lo largo de la historia han existido tres conceptos o variedades del libro, sea códice o sea rollo. Primera, escrito a mano, y solo un ejemplar, aunque después, podrían realizarse copias a mano, que serían también, de una en una. Segundo, el libro, que se hacía, por lo general con grabados de madera, es decir, cada hoja era un grabado de texto, y se podrían hacer tantas copias como se quisiesen. Tercero, el libro de “tipos móviles”, que es el sistema de la imprenta de Gutenberg y, todos sus desarrollos.
¿La cuestión, es si, deberíamos valorar, otra vez, volver al libro único, escrito completamente a mano, y, algunos, con ilustraciones o pinturas, que también son únicas?
Cierto es que sobre estos libros únicos, después, la industria podría construir o realizar facsímiles o ediciones normales, igual que hace ediciones, de, por lo general, mil copias o ejemplares, que son totalmente iguales a la original, de textos medievales.
– En la modalidad, de libros escritos a mano, tendríamos un Quijote, que se encuentra en el Centro Sesmero de Alhaurin de la Torre, en cuatro tomos, realizado por Juan Prats Carreras.
El llamado Quijote de Piera, que está ubicado en el museo Cervantino de El Toboso, Toledo, es una edición manuscrita de la primera parte del Quijote, realizadas entre 1995 y 2.005 por los alumnos de la escuela de Herois del Bruc, con unas dimensiones de 226 cms. de alto, 105 de ancho y 11 de alto. Consta de 700 páginas.
También El Quijote de Cervantalia, en Alcalá de Henares, en el que están interviniendo, unas cinco mil personas con quinientos dibujos originales, que según mis datos está en proceso de realización.
El Quijote de Avellaneda de Argamasilla de Alba, realizado a mano por 1.300 personas, donde se incluye texto escrito, fotografías, pinturas, dibujos, formado por 751 páginas.
El que se podría denominar el Quijote de Marbella por iniciativa del CEIP Miguel de Cervantes, entre 1998-2004, manuscrito realizado a mano por cuatro mil personas, con 1.181 láminas y 900 ilustraciones, con hojas de 65 por 45 centímetros. Posteriormente se han hecho tres copias.
El Centro Cervantino de El Toboso, ha realizado un libro de El Quijote manuscrito, en 45 idiomas y dialectos. También, si mis datos son ciertos, existe en dicha colección un Quijote escrito a mano, realizado por los presos de Ocaña, a principios del siglo veinte.
Por ejemplo, el Quijote Manuscrito y Políglotade la editorial Aache, en su original está escrito a mano, en dos tomos, y que han intervenido al menos 126 personas, escrito en 67 idiomas, y después, se ha realizado una edición de trescientos ejemplares.
El quijote de la Mancha del IES Clara Campoamor realizada por quinientos escolares, en Huelva.
Entre las Biblias manuscritas realizadas actualmente, estaría La Biblia de la Familia Varghese. Biblia escrita a mano, por la familia Varghese, consta de mil quinientas páginas, del tamaño A1.
Todo lo anterior, son unos pocos ejemplos, para que se perciba que pueden existir y existen libros manuscritos actuales, de diversos textos, algunos solo con escritura, otros con escritura e imágenes, y, otros, terminan haciéndose de esos originales copias o ediciones, con los sistema actuales.
– Aunque, personalmente, algunos de estos libros manuscritos con imágenes únicas y originales, yo los he encuadrado, durante muchos años, en la categoría de libros de artista, siempre he pensado, dos conceptos, uno, que se pueden considerar libros de artista, pero también, que podrían ser admitidos “como libros o manuscritos actuales, siguiendo el estilo medieval”.
Es decir, que esencialmente, son solo un ejemplar, un libro único, pero realizados hoy. Entre estos podríamos tener las siguientes categorías:
Primero, libro manuscrito, en su texto. Puede ir acompañado con imágenes o pinturas o dibujos que también serían únicas. Es o sería lo más parecido a un libro o códice medieval, realizado hoy, con texto e imágenes o pinturas únicas. El libro sería uno y único. Cierto, que después se pueden realizar, ediciones múltiples o facsímiles.
Segundo, libros únicos, pero el texto, puede haberse realizado en imprenta, o ser pegados de hojas o fotocopias de libros, pero cada texto escrito es pegado en una hoja mayor, y el resto del papel, es pintada originalmente. Por consecuencia, diríamos es un libro único, que el texto escrito está fotocopiado o impreso por algún sistema de imprenta, pero cada página u hoja es pintada con un dibujo original y único.
Tercero, un libro editado normalmente, por una editorial comercial, que dicha edición consta de miles de ejemplares. Pero un autor plástico recoge esa copia, y dibuja sobre cada hoja, un dibujo original y único. De tal modo, que esa copia se verá transformada en un libro único, libro objeto, etc. Como en casos anteriores, a su vez, después, la misma editorial, podría realizar copias facsimilares, numeradas.
– Caben diversas conclusiones, pienso, que lo anterior, podría ser un capítulo especial dentro del mundo del arte y de la cultura. Que, segundo, se podría desarrollar e incentivar, diríamos esta modalidad cultural. Realizar exposiciones, con estos “libros manuscritos actuales”, y, por tanto, desarrollar un potencial mercado, y desde luego, diríamos un subgénero dentro del mundo del libro y del mundo del arte.
Cierto, que es necesario, al mismo tiempo, más estudios sobre esta categoría cultural y artística. Y, de algún modo, separarlos estas construcciones un poco del libro de artista, ya que éste, puede tener otras connotaciones, por ejemplo, libros de artista que no tienen texto, solo imágenes… Y, en el caso que estamos tratando, son “copias de libros medievales o códices medievales, pero realizados hoy, sean libros con texto escritos a mano, sean libros manuscritos con imágenes, o sean libros con pinturas o dibujos originales, con texto a imprenta, o un libro editado, dibujado o pintado”. Pero siempre, solo un “ejemplar, un libro único y un ejemplar único, manuscrito o con ilustraciones con estilos actuales”.
¡Aquí, se deja el guante para que la industria cultural mundial, del arte en particular, y del libro tome esta iniciativa, la pondere, la estudie, la analice, la desarrolle, porque pienso que los coleccionistas y los museos están esperando esta posibilidad, porque alguien que compra un manuscrito medieval de hace siete siglos, quizás también querría tener, una copia única de un libro realizado hoy, con imágenes únicas actuales y con estéticas actuales, un libro único…!
