Luis Javier Merino aporta su experiencia y conocimiento como Técnico de Cooperación Internacional en el marco del Plan de Empleo 2019. Gracias a el se ha agilizado la tramitación de las subvenciones que las Organizaciones No Gubernamentales de Ciudad Real solicitan a través de diferentes proyectos, que hay que revisar y evaluar.
“Las asociaciones nos mandan sus proyectos para pedir subvenciones al Ayuntamiento. Me encargo de leerlos, revisarlos, que la documentación esté correcta, y que todo esté bien, luego hay un baremo, se evalúa y se conceden las subvenciones correspondientes”, explica Merino desde el Espacio Joven donde desarrolla su labor.
La actualización de la web en torno a todo lo relacionado con cooperación internacional, desde la implicación del Ayuntamiento con este ámbito, a las actividades que se han desarrollado en colaboración con las diferentes asociaciones, así como todos los proyectos subvencionados hasta el momento, son algunas de las múltiples tareas que ejerce este joven de 28 años, Educador Social. Además, se encuentra ya preparando el Día de los Derechos Humanos, que se celebrará en Ciudad Real el próximo mes de diciembre.
Hasta ahora, Luis Javier había desarrollado básicamente su carrera en el ámbito de protección social en centros de menores, junto al trabajo con colectivos vulnerables, eje del proyecto con el que viajo hasta Portugal como voluntario europeo (SVE), en el año 2016.
“Me fui con un proyecto a la zona del Algarbe que luego resultó ser muy abierto, y como tenía mi experiencia de educador, además de ejercer como monitor de ocio y tiempo y libre, colaboré con otras entidades y organizaciones, sobre todo, con gitanos, en un centro de tiempo libre; una experiencia muy bonita y enriquecedora”, destaca.
A pesar de este voluntariado, y más de 2 años en paro, su actual trabajo dentro de la cooperación como tal es un ámbito que nunca había tocado, reconoce, y sin embargo “me está gustando muy mucho”. “No me esperaba esta oportunidad, que fuera en un Ayuntamiento, en un plan de empleo, pero vamos que estoy muy contento, muy bien y más después de estar tanto tiempo en el paro.” Y es que, asegura, fácil no está la cosa. “Sinceramente, no sales a la calle y te llueven las ofertas, ya no encuentras ni de camarero; he echado en bastantes sitios, llevaba año y medio sin trabajar, y ya dices echo el currículum en lo que sea, y aun así no creas que he tenido mucho éxito, yo he servido hasta copas, no se me caen los anillos”.
Siempre en búsqueda activa de empleo, este joven no ha parado de formarse. De hecho, acaba de finalizar un certificado de profesionalidad de alumnado con necesidades especiales, y ya se encuentra estudiando para la oposición el próximo año de Auxiliar Técnico Educativo (ATE).
¿Es que si no qué haces? Se pregunta retóricamente, “¿Te levantas de la cama y echas la mañana en el sofá? No hombre no, no te puedes quedar quieto ni parado”. Si bien es cierto, añade, “antes me quería dedicar más a menores, pero he descubierto el tema de la discapacidad y no me está disgustando tampoco, igual que he descubierto el ámbito de la cooperación y muy bien, he descubierto muchas cosas, además dos palos totalmente diferentes”.
Para Luis Javier esta experiencia dentro del Plan de Empleo está resultando muy satisfactoria, “la verdad es que muy muy contento, muy a gusto, los compañeros, el sitio, todo muy bien, la verdad es que he tenido mucha suerte, no me veía yo con tanta suerte”. De hecho, es la primera vez que accede a un puesto de estas características, “lo eché varias veces pero lo tuve que rechazar de igual modo, una por trabajo y otra por irme de cooperante, y mira; el anterior puesto era como monitor de la escuelas de verano, nos explica, pero quizá “el destino quiso que no lo cogiera por algo, y ahora estoy aquí. ‘Todo pasa por algo’, eso dice una amiga mía, y eso espero”.