El Gobierno de Castilla-La Mancha ha presentado un documento de alegaciones al Esquema Provisional de Temas Importantes (EPTI) de la Demarcación Hidrográfica del Tajo que permitirá hacer la planificación del año próximo. En el mismo, se encuentran dos cuestiones de relevancia que supondrían “de facto, la derogación del memorando de la señora Cospedal que tanto daño ha hecho a Castilla-La Mancha”.
Se trata de aumentar los caudales ecológicos en Aranjuez y elevar el mínimo de agua embalsada en la cabecera del río. Cuestiones que se encuentran en ese texto y que hoy, día en el que finalizan las alegaciones a los APTI, se han dado a conocer.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, así lo ha indicado esta mañana en Talavera de la Reina (Toledo) de forma previa a la inauguración de la jornada ‘Construyendo un futuro sostenible para el medio rural’, organizada por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, (Fademur).
Ante la presencia de la alcaldesa la ciudad de la Cerámica, Tita García, a quien ha agradecido su compromiso y el de la ciudad con el Tajo, a favor de un río que vertebra la región, ha resaltado que se está trabajando actualmente de la mano con el Ministerio para la Transición Ecológica en esta materia.
Martínez Arroyo ha insistido en que es fundamental el incremento de los caudales ecológicos a su paso por Aranjuez, un punto del río en el que todavía no se ha incorporado el agua del Jarama y donde se necesita más de lo que ahora hay y más de lo que se propone.
Actualmente pasan por este punto seis metros cúbicos por segundo. La propuesta que se realiza desde la Confederación Hidrográfica del Tajo es de ocho y el Gobierno de Castilla-La Mancha pide 10,86 metros cúbicos por segundo en Aranjuez. “Es lo que consideramos mínimo para que el Tajo llegue a Talavera con agua y calidad suficiente” para “significar el motor de desarrollo y medioambiental de nuestra tierra”, ha indicado.
En el documento de alegaciones presentado, además, se solicita que en el Alto Tajo, en las provincias de Guadalajara y Cuenca, donde se ubican los municipios ribereños, se eleve el mínimo de agua embalsada de los 400 a los 800 hectómetros cúbicos.
Ambas cuestiones, caudales y lámina de agua embalsada, supone la derogación del memorando, un compromiso del Gobierno regional que preside Emiliano García-Page.