Repsol registró unas pérdidas netas de 2.578 millones de euros en los nueve primeros meses del año tras apuntarse unos impactos de 2.774 millones de euros por la crisis mundial del Covid-19 en la valoración de sus inventarios y por la revisión en su hipótesis de precios futuros del crudo y del gas y el ajuste del valor de sus activos de ‘Upstream’ (Exploración y Producción), informó la compañía.
En concreto, la situación sin precedentes provocada por el coronavirus, que llevó a lo largo de este ejercicio a un desplome histórico de los precios del crudo y del gas, ha tenido un impacto negativo de 1.048 millones de euros en los inventarios de la compañía.
Además, el grupo presidido por Antonio Brufau ha ajustado sus hipótesis de precios, lo que ha afectado al valor contable de sus activos de ‘Upstream’, reflejándose en un impacto de 1.726 millones de euros.
En este complicado entorno para el sector por la crisis provocada por la pandemia, el resultado neto ajustado de la petrolera, que mide específicamente el desempeño de los negocios, ascendió a 196 millones de euros hasta septiembre.
RESULTADO NETO AJUSTADO EN EL TRIMESTRE DE 7 MILLONES
Esta cifra incorpora los efectos de las medidas adoptadas por el grupo tras el inicio de la pandemia, que han permitido que el resultado neto ajustado del tercer trimestre, con 7 millones de euros, mejore en 265 millones de euros el resultado negativo de 258 millones de euros del trimestre anterior.
Así, este resultado trimestral constata ya una mejoría a partir del tercer trimestre, en un sector especialmente castigado por la crisis del Covid-19, y mejora las estimaciones para la compañía de los analistas.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, valoró que la compañía está «mostrando solidez y resiliencia en un escenario sin precedentes, a la vez que ponemos en marcha proyectos innovadores para lograr un mundo más descarbonizado desplegando todas las tecnologías posibles, ya que todas las fuentes de energía son necesarias para responder a este reto de manera justa y eficaz».
La petrolera ha registrado estos resultados en un entorno en el que entre enero y septiembre la cotización media del crudo Brent cayó un 36% y la del Texas americano (WTI) un 33%, con precios medios cercanos a los 40 dólares por barril para ambos indicadores. Por su parte, el gas Henry Hub disminuyó su cotización media un 30%, arrojando un precio medio para el periodo de 1,9 dólares por Mbtu.
ACELERA LOS OBJETIVOS DE SU PLAN DE RESILIENCIA
El pasado mes de marzo, la energética puso en marcha un Plan de Resiliencia para hacer frente al impacto del Covid-19 con el fin de reforzar la generación de caja y fortalecer el balance.
Tras el avance en la consecución de los objetivos fijados por este plan, a finales del tercer trimestre la compañía ha revisado los objetivos para el año, aumentando su estimación inicial de reducción adicional de los gastos operativos hasta los 500 millones de euros, el recorte de las inversiones hasta los 1.200 millones y la optimización del capital circulante en cerca de 700 millones de euros, frente a los 450 millones de reducción de costes y 1.100 millones de recortes de la inversión revisados ya en julio.
A cierre del tercer trimestre, la compañía ya había conseguido reducir los gastos operativos en más de 350 millones de euros y optimizado el capital circulante en más de 400 millones.
El plan establece también que la deuda neta del grupo no se incremente en el ejercicio 2020. En este sentido, a cierre del tercer trimestre, la deuda neta se redujo en 882 millones de euros respecto al 31 de diciembre de 2019, hasta situarse en 3.338 millones de euros.
Además, durante el periodo la generación de caja operativa del grupo dirigido por Josu Jon Imaz en todos sus negocios fue de 2.122 millones de euros, con 1.258 millones de euros en este tercer trimestre.
LIQUIDEZ POR MÁS DE 9.000 MILLONES
Además, en lo que va de 2020, Repsol ha reforzado su posición financiera mediante cinco emisiones de bonos por un total de 3.850 millones de euros, de los que 1.500 millones corresponden a bonos perpetuos subordinados, que fortalecen su patrimonio, además de su liquidez. También se incrementaron las líneas de crédito comprometidas y no utilizadas en 1.605 millones de euros.
De esta manera, la liquidez del grupo se situó en 9.099 millones de euros a final de septiembre, lo que cubre en 3,43 veces los vencimientos a corto plazo, cifra que también se incrementa respecto a las 2,43 veces del trimestre anterior.
Por negocios, Comercial y Renovables obtuvo un resultado de 332 millones de euros en los primeros nueve meses del año, penalizado por el desplome en la demanda provocado por el Covid-19, con un descenso en las ventas, sobre todo, en estaciones de servicio (del 24%) y GLP.
No obstante, las optimizaciones de los costes y a una orientación a productos con mayor valor añadido, permitió al negocio de Comercial y Renovables registrar entre julio y septiembre un resultado de 169 millones de euros, superior al del segundo trimestre de este año e, incluso, al del mismo periodo del ejercicio 2019.
AVANZANDO EN RENOVABLES
Asimismo, la compañía ha avanzado en lo que va de 2020 en su apuesta por aumentar su capacidad de generación renovable y avanzar en su compromiso de alcanzar cero emisiones netas en 2050 con metas como la reciente conexión a la red de los primeros aerogeneradores de Delta, uno de sus proyectos eólicos ubicados en Aragón y que entrará en operación comercial a finales de año o con su salto internacional en este área con la alianza en una cartera de proyectos renovables en Chile de más de 1.600 megavatios (MW) y la posibilidad de superar los 2.600 MW.
En el negocio Industrial, que obtuvo un resultado de 229 millones de euros entre enero y septiembre, Repsol también trabaja en varios proyectos de descarbonización, como los anunciados para sus refinerías de Petronor o Cartagena.
En lo que se refiere al negocio del ‘Upstream’, tuvo que enfrentarse a un contexto adverso por la extraordinaria caída de los precios del crudo y del gas, lo que le llevó a un resultado operativo neutro, generando 1.308 millones de euros de caja operativa.
Además, dada la situación del mercado y como ya hizo en el anterior trimestre, redujo la producción de algunos activos, lo que, unido a las paradas en Libia, situó la producción media del periodo enero-septiembre en 655.300 barriles equivalentes de petróleo al día.
La compañía espera que la producción en el campo libio de El Sharara se reestablezca gradualmente hasta los 300.000 barriles diarios de capacidad total del mismo, tras su reactivación el 11 de octubre.