Coordinadora de ONGD de Castilla La Mancha.- El pasado día 17 de octubre se celebró el Día Internacional de Lucha contra la Pobreza en un contexto de crisis sanitaria y socioeconómica derivadas de la actual pandemia que está generando un importante incremento de las situaciones de pobreza, desigualdad, precariedad y vulneraciones de Derechos Humanos a nivel mundial, afectando a todos los sectores de nuestras sociedades y especialmente a las personas mayores, las mujeres y los niños.

Es indudable que ante esta crisis que nos afecta a todos se requieren respuestas locales, pero también es necesario contar con una visión global, máxime teniendo en cuenta que estamos ante un problema de dimensión internacional al que no podemos responder actuando única y exclusivamente en nuestro entorno más inmediato. Y es en este ámbito, donde la Cooperación para el Desarrollo adquiere una importancia relevante e imprescindible.
En el caso Castilla La Mancha, nos preocupa especialmente que no se cuente con esa visión y que a estas alturas del año 2020 aún no se hayan hecho públicas las convocatorias de proyectos de Cooperación al Desarrollo y de Educación para el Desarrollo comprometidas en los presupuestos de la Junta para este ejercicio.
Ante esta situación, desde la Coordinadora de ONGD de Castilla La Mancha observamos con preocupación el incumplimiento de estos compromisos adquiridos, lo que supondría un nuevo golpe a la política pública de Cooperación para el Desarrollo, ya maltrecha tras la supresión absoluta llevada a cabo en la anterior crisis económica, pero sobre todo, tendría un impacto negativo en las personas más pobres que viven en otros lugares.
En este contexto, es necesario recordar que nuestra región se sitúa en el vagón de cola de las Comunidades Autónomas en porcentaje de Ayuda Oficial al Desarrollo (0,03%), situándose muy lejos de alcanzar la meta establecida por el gobierno central para esta legislatura (0,5%). Además, debemos tener en cuenta que prácticamente la totalidad de las Comunidades Autónomas ya han publicado sus convocatorias cumpliendo con sus compromisos, por lo que resulta llamativo que sea precisamente nuestra región la que se desmarque de una línea generalizada a nivel nacional y que se aleje de los compromisos anunciados en esta materia por el gobierno central.
Del mismo modo, preocupa observar cómo el compromiso del gobierno de Castilla La Mancha con la Agenda 2030 y con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsando, entre otras medidas, la Cooperación al Desarrollo, la Ayuda Humanitaria y la Educación para el Desarrollo como una política pública estable y consolidada, nos sitúe actualmente ante un escenario totalmente opuesto, que conllevaría la práctica supresión de la misma, abandonando a miles de personas de los países más empobrecidos que ahora más que nunca, necesitan y esperan la solidaridad internacional.
Las organizaciones sociales, sus personas voluntarias y miles de ciudadanos y ciudadanas de nuestra región necesitamos constatar que el compromiso de nuestro gobierno se cumple y se concreta publicando las convocatorias pendientes con los recursos comprometidos.
Resulta difícil entender que el ejecutivo de Castilla La Mancha, que dice situar en el centro de su acción de política la lucha contra la pobreza, la reducción de las desigualdades y el respeto de los Derechos Humanos no cumpla con sus compromisos hacia las personas más vulnerables de nuestro planeta y les dé la espalda, precisamente en estos momentos.