La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a once de prisión a J.R.N.G, acusado de estafar con la venta de unas naves industriales en Valdepeñas.
Unos hechos que para la Sala son constitutivos un delito de estafa impropia con la concurrencia de la circunstancia atenuante de responsabilidad penal de dilaciones indebidas muy cualificada.
La sentencia ha encontrado probado que en octubre de 2003 J.M. L., uno de los dos acusados ya fallecido, como apoderado de «Industriopolis S.L’ realizó un contrato de compraventa con los denunciantes, R y VVG, de varias naves situadas en el paraje de Cinco Peñas y El Camino de los Pocicos de la localidad de Valdepeñas.
Según recoge la sentencia, se estipuló como precio la cantidad de 102.172 euros por cada una de las naves adquiridas así como que al tiempo de la firma del contrato la parte compradora abonaría, como cantidad anticipada a cuenta del precio, y para ser invertidos en la construcción de estas las cantidades de 36.000 euros, 20.000 euros y 24.000 euros.
El último pago se verificó en el mes de febrero del año 2005. Un mes en el que entra en escena el acusado, J.R.N.G, como socio del primero.
Ambos conocedores de la operación y actuando «presididos en su obrar por el ánimo de obtener un inmediato e ilícito beneficio patrimonial» con fecha de abril de 2005 enajenaron las referidas naves industriales a la entidad bancada BBVA, pasando ésta a ser la titular registral de ambas fincas.
A su vez los acusados firmaron sendos contratos de arrendamiento con opción a compra de las naves a través de otras de sus empresas.
Además de la pena de prisión, el ya condenado tendrá que pagar la cantidad de 371.784,27 de euros a los perjudicados.
Un delito que no requiere de engaño…..
Charles, acabas de hundirme. Mis conocimientos de Derecho, echados por tierra en un momento, con tu frase tan demoledora. Así que dices que, no requiere engaño la estafa. Vaya, vaya.
Mi humilde opinión es que, si no hay engaño, no te estafan, evidentemente. Pero, si tú dices que no es así, querido letrado y jurista…craso error el mío. Habrías quedado de lujo, poniendo un ejemplo, (para que entendamos tu afirmación), de una estafa donde no haya engaño.