Carlos Sanz.-¿Puede la geología ser atractiva como recurso turístico? El interrogante hace ya tiempo que tiene respuesta afirmativa en forma de geoturismo. Una modalidad en auge pues permite conocer y disfrutar de forma integral y sostenible un territorio. En la provincia de Ciudad Real contamos con la región volcánica del Campo de Calatrava que se postula como futuro geoparque, lo que posibilitará el que toda una comarca gane pedigrí en cuanto a destino turístico.
Lograr la declaración de geoparque será un trabajo arduo, una carrera de fondo que dio comienzo hace unos años gracias a los trabajos iniciados por el GEOVOL, el departamento de investigación geográfica dependiente de la UCLM. Tras años de debate entre administraciones y el GEOVOL, la Diputación provincial ha promovido el proyecto de geoparque cuya base serán los volcanes de la provincia. Se propone como geozona susceptible de ser aprobada por el Comité Español de Geoparques, el macizo de Calatrava que posee 41 cráteres hidromagmáticos (maares), 21 volcanes magmáticos (conos y coneletes) con coladas de lava, así como numerosos elementos naturales y culturales relacionados. Es decir, la singularidad radica precisamente en contar con edificios volcánicos y lagunas volcánicas que alojan humedales temporales.
Las bases definitorias se sentaron hace ya casi un año en el Palacio de Valdeparaíso en Almagro. Allí tuvo lugar el bautismo de un proyecto que ha de ser una marca turística aglutinadora la cual sirva como imán atractor, con permiso del Covid19. Sea como fuere, y aunque el sector turístico esté reinventándose debido a la pandemia, el geoturismo gana adeptos en todas partes y la provincia de Ciudad Real atesora una magnífico patrimonio natural y cultural asociado a la actividad volcánica. Existe una red importante de hervideros de agua gaseosa, maares y edificios volcánicos, centros de interpretación, monumentos naturales protegidos, así como ejemplos de arquitectura que emplea la roca volcánica para su construcción.
Según el GEOVOL, la región volcánica del Campo de Calatrava es un rasgo definitorio de la provincia de Ciudad Real. Se enmarca en el volcanismo basáltico-monogénico y ocupa una superficie de 5.000 kilómetros cuadrados. Dichos volcanes han sido olvidados en la geoconservación y sensibilización ambiental por lo que la puesta en marcha del futuro geoparque debe ser el revulsivo necesario para implementar medidas de conservación y protección de estos elementos geológicos singulares. Además, se busca la figura de gestión y protección bajo el paraguas de los geoparques mundiales de la UNESCO.
El interés de esta zona radica tanto en sus aspectos puramente abióticos y bien conservados (estructuras geológicas, formas de relieve específicas, volcanes, lagunas, hervideros), aspectos bióticos presentes en la misma (lagunas y ecosistemas lacustres, monte mediterráneo, fauna y flora específica) así como elementos histórico-culturales como restos arqueológicos, ermitas, construcciones antiguas, cañadas reales que aportan valor añadido a los elementos naturales. Además, la zona ya cuenta con espacios naturales protegidos como la Microrreserva de Caracuel, el monumento natural Hoya de la Cervera y el monumento natural Macizo volcánico de Calatrava.
El proyecto “Geoparque Volcanes de Calatrava” contará con tres comités: el Comité Científico, que ya está oficialmente constituido; el Comité Institucional, que estará formado por los grupos de acción local de Entreparques, MonteSur, Valle de Alcudia y Sierra Madrona y Campo de Calatrava y sus ayuntamientos, así como los ayuntamientos de Ciudad Real y Puertollano, y un Comité Coordinador del Geoparque, que será el órgano encargado de la gestión del mismo.
Aparte de las cuestiones técnicas ¿Qué atractivo presenta un geoparque? Son espacios ideales para aprender y divertirse. Constituyen la seña de identidad de un territorio, siendo el más emblemático grado de conversación de un espacio geográfico. Hay que destacar la iniciativa de la Red Global de Geoparques de la UNESCO. Aquí surge el concepto de geoturismo como una modalidad de turismo sostenible y asociado a los geoparques.
¿Y qué es un geoparque? Se trata de un territorio definido que combina protección y promoción del patrimonio geológico con el desarrollo local. Debe contener diversas figuras de protección como LIG (Lugar de interés geológico), geositios o lugares de observación, además de poseer un notorio interés arqueológico, ecológico, histórico y cultural. En Europa ya hay 73 geoparques que forman parte de una red europea. Según la UNESCO, confieren a la población local un sentido de orgullo, promueven la creación de riqueza y empleo y se centran en una filosofía divulgativa. Los geoparques trabajan en red y funcionan tanto con actividades comunes como individuales. Hacen promoción del turismo como motor de desarrollo regional y no son solo geología, son formas de gestión territorial sostenible. Combinan aspectos geográficos, históricos, culturales, de expresión artística, etc.
Lo bueno del asunto es que no partimos de cero en la provincia. Ya existe una buena base para que el futuro geoparque cuente con el visto bueno de la UNESCO. Contamos con diversos ejemplos de la utilización del material volcánico para la construcción del patrimonio histórico-artístico. En arquitectura religiosa tenemos el ejemplo del Sacro Castillo-Convento Calatrava La Nueva y también hay numerosas muestras de arquitectura popular. En el aprovechamiento de la emanación de gases, existen fuentes y hervideros repartidos por todo el campo de Calatrava. Asimismo, hay un aprovechamiento agrícola de los negrizales y ya se comercializan productos y marcas de origen volcánico, como vinos. También, existe una explotación de los volcanes como canteras y su musealización como es el caso de Cerro Gordo, el único volcán musealizado de la península. Hay otras infraestructuras asociadas al vulcanismo como el Centro de Interpretación de la laguna volcánica La Inesperada en Pozuelo de Calatrava, el parque minero de Almadén, el Museo de la minería de Puertollano que presenta como aliciente la futura declaración de la cuenca hullera como Monumento natural del carbonífero, conocida como la “Pompeya paleobotánica”, pues se asegura que los niveles fosilíferos de Puertollano son únicos en España y unos de los mejores a nivel mundial.
Y en el aspecto divulgativo, ya se han celebrado varias ediciones de “La noche de los volcanes”, una iniciativa que tiene por objetivo sensibilizar y educar a la población sobre la importancia de la conservación del patrimonio geológico asociado al vulcanismo. Por último, también se cuenta con una pequeña red de geo-rutas, itinerarios geoturísticos, etc.
Hasta ahora, nuestra región solo cuenta con un geoparque, el de Molina del Alto Tajo. Si nada se trunca, en cuestión de un tiempo razonable la región volcánica del Campo de Calatrava será el segundo y supondrá toda una inyección de posibilidades para que la provincia de Ciudad Real ocupe un lugar privilegiado en el emergente ámbito del geoturismo. Es tiempo de que nuestras potencialidades como territorio erupcionen.
Carlos Sanz.– Durante más de 12 años me he dedicado al oficio de contar las cosas. En la universidad me convertí en historiador del arte, me metí en el proceloso mundo del turismo formándome como informador turístico y trabajando como técnico. De todo ese batiburrillo sale una devoción, la de comunicar, una pasión por el patrimonio, lo cultural y el arte. De eso va esto.
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