El motero empecinado que le ganó la partida a la zona azul de Ciudad Real

El 12 de julio de 2018 Juan estacionó su moto junto a un alcorque de la calle Toledo, en un tramo de zona azul. Al salir de la sucursal bancaria a la que había acudido a realizar unas gestiones observó una nota colgada del manillar. No era otra cosa que una multa por “estacionar la motocicleta en batería en zona azul”.

Se dirigió al controlador de la ORA para preguntar por la sanción de 60 euros, pues en su ciudad de procedencia las motocicletas están exentas de pagar la zona azul y la suya estaba correctamente estacionada. Este le contestó que debía leerse la normativa, pues, según recalcó, es diferente en cada ayuntamiento. La indignación del motorista se vio acrecentada por la “arbitrariedad” punitiva, tras comprobar que dos turismos estacionados a su derecha lo habían hecho fuera del espacio marcado en la calzada como plaza de aparcamiento -lo que supone una infracción-, sin que fueran sancionados por ello. Como no quedaba otra, hizo caso a la recomendación del controlador y se leyó la normativa. Vaya si lo hizo.

Lo primero que encontró en la legislación fue que “no se puede multar sin señalizar”. En este caso, sin señal de prohibido estacionar motocicletas. El RD 6/2015 Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial recoge en su artículo 53 que “el usuario de las vías está obligado a obedecer las señales de la circulación que establezcan una obligación o una prohibición y a adaptar su comportamiento al mensaje del resto de las señales reglamentarias que se encuentren en las vías por las que circula”. En la calle Toledo, en el momento al que se refiere este relato, no existía señal que prohibiera el estacionamiento de motocicletas, como sí ocurre en otros puntos de la ciudad. Además, la Ordenanza Municipal de Movilidad, en su artículo 4, indica que “una vez establecida la señalización fija en las vías a las que se refiere la ordenanza corresponde a los agentes de la Policía Local regular el tráfico mediante sus indicaciones y señales”, y en el 73.2, que “queda totalmente prohibido el estacionamiento donde lo prohíba la señal correspondiente”.En su caso, no existía tal señalización.

Por otro lado, encontró un defecto de forma en la multa de la zona azul, donde se especificaba que había sido sancionado por estacionar en batería. Y es que, según el artículo 72 sobre normas generales de la Ordenanza de Movilidad, se establecen tres tipos de aparcamientos diferentes: en fila -paralelo a la acera-, en batería -perpendicular a la acera- y en semibatería -en ángulo respecto a la acera que no llegue a la perpendicular-. Como se observa en la fotografía, en el margen derecho del sentido de la circulación en ese tramo de la calle Toledo todos los aparcamientos son en semibatería. Luego, arguye, no se le podría sancionar por estacionar en batería cuando, “por definición”, el aparcamiento no era de ese tipo.

Asimismo, en la descripción de la multa, se hacía referencia a la norma infringida: la Ordenanza municipal de ordenación y regulación del estacionamiento. En el artículo 11 de dicha ordenanza se enumeran las seis infracciones de esta ordenanza, y ninguna correspondía con la descripción de la denuncia.  A saber: estacionamiento efectuado sin tique, por tiempo superior al señalado en el mismo, estacionamiento de residente sin tener expuesta la tarjeta, fuera de la zona señalada en la calzada como plaza de aparcamiento, permanecer estacionado más de dos horas o con un distintivo no valido.

En el mismo texto normativo, el artículo 7.2 recoge que quedan excluidos de las limitaciones al estacionamiento en la zona de estacionamiento regulado “las motocicletas, ciclos, ciclomotores y bicicletas, siempre que ocupen un máximo del 20% de la superficie útil de la plaza de estacionamiento en línea, no pudiendo utilizar las zonas de estacionamiento en batería”. Aunque estacionar en batería para las motocicletas no está permitido, y teniendo en cuenta que los aparcamientos de este caso serían en semibatería, en el artículo 11 de la ordenanza, antes mencionado, no se considera infracción. Por la tanto, subraya el motorista, “no está establecida una cuantía para la sanción”. “Los 60 euros de su multa podrían haber sido 60.000”, explica, porque ni el aparcamiento era en batería ni, aunque lo fuera, aparcar la motocicleta, sin estar permitido, no está tipificado como infracción. Por ello, advierte a los posibles afectados por esta práctica que, visto su caso, podrían estar llevando a cabo las empresas concesionarias de la zona azul.

Con todo esto, se dirigió a las oficinas de la empresa responsable del estacionamiento regulado en la calle Toledo (son dos las que se reparten la zona azul en Ciudad Real), “sin que le hicieran caso”. Posteriormente acudió a reclamar al Ayuntamiento, donde le fue retirada la multa diligentemente por un funcionario municipal, que le atendió amablemente y quedó “sorprendido” por cómo este ciudadano había llegado hasta el fondo de tan peliaguda cuestión.