El Gobierno de Castilla-La Mancha invertirá en los próximos dos años cerca de un millón de euros en la compra de los reactivos necesarios para la realización del cribado neonatal, más conocido como ‘prueba del talón’ que se realiza a niñas y niños recién nacidos entre las primeras 48 a 72 horas de vida para la detección de determinadas enfermedades antes de que presenten sus síntomas.
Así lo ha autorizado el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha en su reunión de este martes, al dar el visto bueno a una inversión de 969.703 euros para los años 2021 y 2022 con la que se adquirirá este material para realizar el programa de cribado y detección precoz de enfermedades congénitas endocrino-metabólicas.
Este programa, coordinado desde la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, persigue disminuir la incidencia de problemas en el desarrollo infantil que pueden derivar en algún tipo de discapacidad psíquica o física ocasionadas por estas enfermedades en los recién nacidos, por lo que su detección precoz es muy relevante para la instauración inmediata de tratamiento.
Así lo ha explicado la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, quien ha añadido que esta prueba es una de las principales actuaciones preventivas que se llevan a cabo en materia de Salud Pública, que se aplica de manera universal y que favorece ese diagnóstico temprano. “Para nosotros esta prueba es muy importante porque protege a quien más queremos proteger, que es a la infancia, pero también porque el diagnóstico precoz y el oportuno tratamiento evita posibles patologías o consecuencias moderadas, severas o graves sobre la salud de un bebé”, ha señalado.
En ese sentido, cabe recordar que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha ido incrementando paulatinamente el número de enfermedades y patologías incluidas en este programa de detección precoz, pasando de las 3 incluidas en 2012 a 16 en 2016, 20 en 2017 y 24 desde noviembre de 2018.
Y ello porque, tal como ha afirmado la consejera, “desde el Gobierno de Emiliano García-Page entendemos que la detección precoz de enfermedades junto con la atención temprana es una de esas políticas que deben ser irrenunciables y universales”.
La prueba consiste en tomar una muestra de sangre capilar obtenida del talón del recién nacido, necesaria para la determinación analítica, entre las primeras 48 y 72 horas de vida, y todas ellas son remitidas al Laboratorio del Instituto de Ciencias de la Salud de Talavera de la Reina, que es el centro especializado en la región para este programa de cribado.