La Policía destaca la tranquilidad y falta de arrepentimiento del acusado de matar a su pareja y dejarla en Herencia

Uno de los agentes de la Policía Nacional que estuvo con el acusado de matar a su pareja y abandonar su cuerpo en un olivar entre Herencia y Alcázar de San Juan en febrero de 2019 ha afirmado que este se encontraba «muy tranquilo, sin mostrar ningún tipo de arrepentimiento».

Una afirmación que ha realizado este martes durante la segunda sesión del juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, primero de este tipo que se ha podido realizar desde que se decretara el estado de alarma el pasado mes de marzo por la crisis sanitaria.

Una sesión en la que le ha llegado el turno a los agentes de Policía de la Comisaría de Ciudad Real a la que llegó el acusado a confesar y lo acompañaron hasta el lugar del crimen. También han pasado por la sala los miembros de Homicidios y Policía Científica que han intervenido en la investigación.

Además se han podido visionar los videos de la reconstrucción de los hechos y se ha reproducido la llamada a la Guardia Civil de la testigo que vio como el acusado golpeaba al fallecido cuando trabajaba en su finca. También se ha mostrado en la sala el hacha con el que presuntamente se acabó con la vida del fallecido.

Los diferentes agentes que han ido pasando por el estrado han hecho una reconstrucción de los hechos en el que se ha destacado el relato «poco fluido» y «desordenado» de lo sucedido ofrecido por parte del acusado, así como su negativa a realizarse las pruebas de ADN y de hacer una declaración en Comisaría. «Primero sí nombró al fallecido por su nombre, pero después siempre lo hizo en tercera persona y de manera impersonal», han añadido.

Han explicado que el acusado les confesó que le había dado seis hachazos y que cuando se los dio estaba inconsciente, no muerto. También que tras dejar el cuerpo en el olivar quiso ir a Miguelturra. Cogió el coche pero tuvo que parar porque tenía la cara tan llena de sangre que no le dejaba conducir. Cogió una toalla que había en el maletero del coche y se limpió la cara.

Una vez en Miguelturra, han relatado los agentes, se duchó en el piso que le dejaba en ocasiones el fallecido y cogió de nuevo el coche con intención de escapar a Valencia y en la autovía tiró la ropa manchada de sangre y los efectos personales del fallecido. Tras dos horas de conducir se arrepintió, dio la vuelta y se presentó en la comisaría de Ciudad Real.

Por su parte, la policía científica ha determinado la inconsciencia del fallecido por las marcas del arrastre del cuerpo hasta el lugar donde fue hallado y la brutalidad de la agresión por la distancia a la que se encontraron marchas de sangre. Además que le asestó los hachazos estando el cuerpo del agredido boca arriba y que después lo puso de lado y en posición fetal para dificultar su localización, posición en la que finalmente fue hallado.

También han descrito cómo el cadáver presentaba numerosos cortes a la zona de la mandíbula y el cuello y múltiples contusiones en la cabeza.
Han descartado que hubiera terceras personas ya que el ADN hallado en las uñas del fallecido es del acusado y que las huellas halladas en el lugar donde se encontró el cadáver son de una única persona.

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