Jesús Millán Muñoz.– El de Portoplano tenía que quedarse en casa, una nueva epidemia estaba surgiendo en el horizonte, creíamos que ese flagelo de la humanidad había desaparecido. Y, y esto nos recordaba, que solo se habían retrasado que la enfermedad X de la OMS, puede ser un peligro potencial, aunque ésta no lo sea totalmente. El de Portoplano con sus pensamientos y sus diálogos con los antiguos intentaba superar el tiemblo del tiempo.
– ¡¿Por qué he querido ser, en casi toda mi vida, escritor-pensador-autor plástico…!? ¡¿Por qué lo he sido, aunque haya sido de un nivel de calidad muy bajo, teniendo en cuenta, según la evaluación de mis coetáneos…!?
– Tengo que pensar, pero tengo también que vivir y también sobrevivir. Combinar el vivir, el sobrevivir, el pensar, créanme es difícil.
– Ante la epidemia que estamos sufriendo, al menos piense un poco en usted mismo, y piense, al menos, si no debería ser una persona mejor moralmente y, también, mejor espiritualmente.
– No entiendo casi nada, no comprendo casi nada del mundo. Por mucho que me he esforzado en entenderlo y comprenderlo.
– Muchos hacen el mal, porque el mal les ha vencido en ese tema o en esa cuestión, lo que pasa es lo que llaman de mil nombres, pero es un tipo de mal. Otros hacen el mal, sabiendo que es mal, y porque quieren que progrese y se extienda el mal. Pero el mal, no puede ser, en grandes cosas, que puede serlo, sino en medianas o en pequeñas cosas…
– Con la epidemia no puedo salir de mi ciudad, pero debo salir de mi ciudad, para resolver otras cuestiones y problemas que me vendrán…
– Todo el mundo se pregunta, si con esta epidemia que estamos sufriendo, si ellos mismos y sus cercanos, todos tendrán dicho virus, y si todos superarán la enfermedad…
– Frases y fragmentos y aforismos y preguntas para intentar con fórmulas de palabras, intentar meter un trozo del universo en la mar de la Cultura y del conocimiento.
– Esta obra Cuadernos o Cuadernos de la Mancha, no tiene vida, porque nadie bebe de sus aguas.
– Perdido en el mundo. Ya repiensas más el pasado, que no quieres recordar, que el futuro, parece que las puertas del futuro se están cerrando.
– Intentas que tu legado, palabra soberbia, legado cultural no se destruya, no se pierda. Cuándo probablemente ya esté medio perdido y medio destruido.
– No necesitamos la fama como escritores y artistas e intelectuales, necesitamos que acepten en algo el trabajo intelectual realizado durante toda la existencia.
– Te sientes fracasado como persona de letras, y quién te levanta del suelo, ya que estás derrumbado.
– No muestres con palabras el odio-inquina-rencor que tienes a una parte de la sociedad, porque solo muestras y demuestras tu debilidad, tus heridas del pasado, tuyas o de tus antecesores.
– Solo he querido la paz, la paz, la paz de observar libremente, de pensar libremente, de hablar libremente, de escribir libremente, de publicar libremente. Tantas veces, los que hablan de paz y de progreso y de derechos humanos, se los conceden a los otros, pero no a mí.
– Estoy equivocado piensas, quizás con razón. Permíteme que continúe con mi error. Porque yo te dejo a ti, te dejo a ti que sigas con tus aciertos y tus verdades.
– Una cosa es como alguien se muestra ante los demás, otra, lo que es en su corazón más profundo. Una, lo que es y otra lo que aparenta, y otra lo que siente y otra lo que dice. Es el gran teatro del mundo, en el cual cada uno es su personaje.
– Hemos dejado de leer los Profetas y la Biblia, y ahora, seguimos a escritores y pensadores, que por lo general, no tienen la profundidad de los primeros…
– La tristeza, profunda tristeza de dentro y de fuera te agobia y te hunde. Y, y no sabes como quitártela de dentro.
– No todo, lo que se te ocurre puedes decirlo, lo pienses o lo sientas, porque debes intentar que tus palabras no hagan daño a los otros. Qué necesidad tienes de herir a los demás, con tus palabras e ideas y conceptos, y sobretodo con el tono y la oratoria y las voces. Aunque, modestamente tienes el derecho de expresar tus conceptos e ideas…
– Si existe Juicio Particular después y en el Tránsito, entonces nos veremos de verdad lo que hemos sido, lo que hemos hecho, lo que hemos deseado y la intención de verdad que teníamos. Quizás, quizás nosotros mismos nos asombraremos de la verdad de nuestro ser. Quizás, no seamos capaces de soportar lo que de verdad hemos sido. Y quizás, no seamos capaces de esperar la infinita misericordia y piedad de Dios. Porque al final, nosotros mismos a nosotros mismos nos juzgaremos. Será el momento decisivo. ¿Será así? ¡Por eso, la necesidad, de arrepentirnos ahora en la vida de lo que hayamos hecho, segundo, no hacer mal, ni de palabra, ni de deseo, ni de acto, tercero, pedir a Dios Infinita Misericordia el perdón ahora y en la hora de la muerte!
– No hagas al otro, ningún mal, para que no tenga que defenderse de tu mal, para que no lo pongas en el dilema de la defensa, y de tener que hacer otro mal para defenderse. Aunque, si tienes que defenderte del mal de la otra persona, del mal de ti mismo contigo mismo, del mal de ti mismo con los otros, del mal de los otros en equidad, legalidad, moralidad, espiritualidad…
Creíamos que las epidemias y los grandes males sociales del pasado se habían olvidado de nosotros. Pero los cuatro jinetes del Apocalipsis, siguen caminando por la tierra. Y el de Portoplano, pensaba cuánto orgullo y vanidad y soberbia de tantos seres humanos, para ser tan vulnerables y débiles y limitados…