Luis Mario Sobrino Simal.- Voluntarios convocados por las organizaciones SEO/BirdLife y SOLMAN han recogido este sábado una gran cantidad de basura, en la iniciativa que se ha llevado a cabo en el entorno del embalse del Vicario. Piden más vigilancia a las autoridades y sanciones a los responsables de ensuciar este paraje, si fuera necesario.
¿Cómo desarrolláis
esta jornada atípica con el COVID-19?
El virus ha hecho que tengamos que tomar precauciones extraordinarias en
esta recogida, tanto en la manera de llevarla a cabo como en los traslados a
Puente Nolaya o en la misma organización de la actividad. Por ejemplo, todos
los participantes hemos tenido que cumplir un protocolo frente a la COVID-19
elaborado por SEO/BirdLife, además de seguir las recomendaciones generales de
las autoridades.
¿Qué medidas de
seguridad tenéis este año para los participantes?
Los patrocinadores de la recogida nos han provisto de los materiales
recomendados para prevenir los contagios, como mascarillas, guantes, gel
hidroalcohólico y solución desinfectante; pero somos conscientes de que también
es muy importante evitar el contacto entre personas, mantener una distancia de seguridad
de un par de metros y lavarse las manos con frecuencia. Y eso es lo que hemos
hecho: tener cuidado y respetar las normas de higiene personal.
¿Cómo habéis visto el entorno este año?
Esta es la quinta vez que venimos a recoger basura en el entorno del Vicario y la segunda en Puente Nolaya.
Gracias a la colaboración entre SEO-Ciudad Real, SOLMAN y Cruz Roja, en octubre congregamos más de 30 voluntarios y conseguimos retirar una gran cantidad de residuos, suficientes para llenar dos veces el camión de voluminosos del Ayuntamiento, y eso se nota. Además, el confinamiento ha impedido venir al embalse y, por tanto, las conductas poco civilizadas. Ahora hemos rematado la faena hasta donde se ha podido, porque el nivel de las aguas está bajísimo y ha crecido mucha vegetación que dificulta las tareas de limpieza. No obstante, en las fotos puedes ver que la cosecha ha sido abundante.
Estamos más preocupados por el comportamiento de algunos visitantes del embalse, que abandonan sus bolsas de basura cuando regresan a casa en lugar de depositarlas en los contenedores de las localidades cercanas. Para ellos, en una de las recogidas, pintamos un mural en el que se recuerda que «La basura no vuelve sola». En este sentido, reclamamos de las autoridades que ejerzan las labores de vigilancia que les corresponde y, si fuera necesario, sancionen a quienes incumplan las leyes que protegen este Refugio de Fauna.
Por otro lado, queremos agradecer su intento de mejorar nuestra obra a los grafiteros que han utilizado el mural de la presa como lienzo, pero estamos en desacuerdo con lo que han pintado: una A ácrata y un falo. Nos extraña que un auténtico anarquista vaya estropeando el trabajo de otros y, en cuanto al grosero pintaestupideces, no merece comentarios sino una consulta en salud mental.
¿Qué opináis de la
cantidad de «nueva basura» como son las mascarillas y guantes?
En Puente Nolaya no es un problema todavía, pero sí en las ciudades. Estos
elementos de protección evitan que entremos en contacto con el virus, pero pueden
contaminarse durante su uso y convertirse en focos de contagio; por eso, para
frenar la propagación de la COVID, debemos depositarlos en los lugares
indicados para ello. Si estamos en casa, hay que tirarlos al cubo de la basura,
ya que no se pueden reciclar. En cuanto a los guantes, los comercios deberían
evitar que acaben revoloteando por las calles; por ejemplo, colocando las
papeleras algo más lejos del exterior, para que el viento no se los lleve.