La concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, ha dado a conocer esta mañana el trabajo que se han llevado durante el estado de alarma en los alojamientos residenciales temporales habilitados por el Ayuntamiento, en los que han pasado el confinamiento 28 personas sin hogar con las que se ha llevado a cabo un proceso de inclusión social individualizado con todos aquellos que voluntariamente lo han aceptado.
Eran personas que se encontraban habitualmente en Ciudad Real, y otras de otras localidades. Han sido 23 hombres y 5 mujeres las que se han atendido.
El objetivo, según recordaba la concejala era garantizar que las personas que pernoctaban en la calle pasaran el confinamiento con las mismas garantías que el resto de la población, y para ello se habilitó un establecimiento hotelero y la Casa de la Ciudad para dar respuesta a esta situación sobrevenida. La Casa de la Ciudad se tuvo que habilitar “en un tiempo record”, en una mañana gracias al trabajo organizado de diferentes servicios del Ayuntamiento.
Desde entonces se han organizado turnos presenciales de atención a estas personas con integradores sociales, educadores sociales, ordenanzas y personal de seguridad. Además se ha contado con la colaboración de otras entidades como Policía Local, Policía Nacional y Protección Civil, que durante todo el proceso han estado apoyando la acogida, comprobación de síntomas y la atención sanitaria.
Ninguna de las personas atendidas en estos recursos ha tenido síntomas de COVID-19 en todo el proceso durante estos 3 meses que han estado abiertos. Matilde Hinojosa valoraba cómo estas personas “tuvieron cubiertas sus necesidades básicas y sanitarias, como la medicación, poner en orden la documentación sanitaria, asignarles médico de familia, y lo necesario para que sanitariamente se encontraran bien”.
Además se les ha prestado una atención emocional ante lo que estaban viviendo, por lo que era importante escucharlos, cuidarlos y atenderlos para la mejora de su autoestima. Con cada uno de ellos se ha llevado a cabo un proceso de inclusión social de manera individualizada, “atendiendo a sus expectativas y ajustándolas a la realidad en la que nos encontrábamos, que intentó involucrar también a sus familias”.
El objetivo, según Hinojosa, era buscar una alternativa residencial para estas personas siempre que así lo quisieran, intentando que dejaran la vida que habían tenido y que, con el apoyo de los servicios sociales, pudieran dejar la calle. Al 61% de ellos (17 personas se les ha dado una solución acorde a sus necesidades y expectativas: 3 han alquilado con apoyo, 1 se ha marchado a un centro residencial, 1 han retornado con su familia, 7 a sus ciudades de origen, 2 han encontrado trabajo fuera y 3 siguen en el proceso de abandono de la calle y siguen alojados. El resto de los que han ido pasando (11 personas) se han marchado de manera voluntaria.
La edil reconocía que se ha tratado de un proceso complicado debido a las circunstancias en las que nos encontrábamos debido a la pandemia, y también las que tenían cada una de esas personas. “Estos recursos han cumplido con creces –afirmaba Hinojosa- la función preservar la salud de las personas sin hogar y que tuvieran las mismas garantías sanitarias que el resto de la población, teniendo un lugar para pasar el confinamiento. Pero ha servido para más. Las personas que por allí han pasado han mejorado su situación personal, de salud, y también ha servido para que muchas inicien una nueva etapa en su vida, lejos de la calle”.
Por todo ello la edil agradecía a todas las personas de diferentes servicios municipales como los Servicios Sociales, Policía Local, Mantenimiento, Protección Civil y entidades como Cruz Roja, Caritas, Policía Nacional, o la UCA para llevar a cabo la atención a estas personas.
Una gran labor….