El Gobierno de Castilla-La Mancha estudia nuevas medidas de organización y modernización de la Atención Sanitaria

El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha explicado que en Castilla-La Mancha debemos garantizar en esta etapa de pandemia de COVID las cuatro capacidades estratégicas del sistema sanitario: la asistencia sanitaria, la vigilancia epidemiológica, la identificación y contención precoz de fuentes de contagio y las medidas de protección colectiva.

En los últimos tres meses, todo el sistema sanitario púbico regional ha trabajado “por y para esta maldita enfermedad”, ha asegurado Fernández Sanz durante el Pleno de las Cortes regionales, destacando que toda la atención urgente que se ha requerido en toda la Comunidad Autónoma se ha hecho en tiempo y forma.

Así, ha detallado que se han realizado más de 3.000 intervenciones urgentes entre el 15 de marzo y el 31 de mayo. “Estamos hablando, básicamente, de pacientes con cáncer o neoplasias. No solo hemos mantenido las intervenciones quirúrgicas a este tipo de pacientes, sino que las consultas de Oncología han sido una de las actividades que más se han mantenido y se han considerado prioritarias debido a la gravedad de la enfermedad oncológica”, ha asegurado el consejero.

Otra de las áreas que también han permanecido en constante actividad han sido las de Diagnóstico por la Imagen. Con circuitos claramente diferenciados para pacientes COVID y no COVID, donde nuestros hospitales han seguido haciendo 6.785 resonancias magnéticas, 18.000 TC y 13.764 ecografías.

Asimismo, Fernández Sánz ha señalado que, con la disminución de la presión asistencial y el número de contagios debidos al coronavirus, ya se han empezado a retomar visitas, operaciones y tratamientos que se habían pospuesto, teniendo muy presente tres premisas: la seguridad para profesionales y pacientes, así como la reversibilidad rápida ante la amenaza de un rebrote.

Respecto a la seguridad para profesionales y pacientes, el consejero ha afirmado que este orden de prioridad es importante, “porque centrar las medidas de protección en los profesionales evita su contagio, enfermedad y exclusión laboral, creando pérdida de capacidad asistencial”.

Adicionalmente, y teniendo en cuenta una más frecuente exposición al virus, se evita que el profesional se convierta en un foco de transmisión dentro y fuera de las instalaciones de atención sanitaria.

“Sobre la reversibilidad rápida ante la amenaza de un rebrote de Covid-19, de forma generalizada o localizada, planea y planeará durante mucho tiempo”, aseguró Fernández Sanz, explicando que, por ello, los servicios sanitarios deben estar en disposición de modificar su modelo organizativo y su actividad para hacer frente la Covid-19 en un periodo entre 24 y 48 horas.

Así, el aumento de la capacidad asistencial es fundamental para poder gestionar una posible nueva pandemia.

Al respecto, Fernández Sanz ha recordado hoy que en camas de hospitalización de agudos, “nuestra capacidad estructural es de 4.394 camas, que se han incrementado hasta las 6.068 camas durante la pandemia”.

“Estamos en condiciones de garantizar 1.023 camas más intrahospitalarias. Y podemos ampliar más con camas en residencias medicalizadas, centros adyacentes y camas en centros privados. Podríamos disponer de un total de 8.991 camas, lo que supone una ratio de 44,12 camas por 10.000 habitantes”, aseguró el consejero.

Fernández Sanz añadía que “en cuanto a nuestra Atención Primaria y aunque ya tuve ocasión de hablar de forma más particularizada hace unas semanas en esta misma sede parlamentaria, quiero volver a reiterar el papel fundamental que ha desempeñado y está desempeñando en el devenir de la pandemia”.

En este sentido, incidía en “la excelente labor que han realizado nuestros profesionales de Atención Primaria tanto en la atención de pacientes Covid-19, como con aquellos que no presentaban esta patología y que también han seguido requiriendo atención sanitaria”.

Así ha recordado las más de 2,5 millones de consultas de Medicina de Familia, 247.530 de Pediatría, cerca de 1,1, millón de consultas de Enfermería y cerca de 430.000 urgencias en los Puntos de Atención Continuada realizadas.

El mayor esfuerzo de contratación en la historia del SESCAM

Fernández Sanz ha destacado que la Consejería de Sanidad, a través del SESCAM, ha realizado en poco más de tres meses el mayor esfuerzo de contratación de toda su historia. A fecha de 2 de junio, “habíamos contratado a 4.569 profesionales, de los cuales hay 1.731 enfermeras (el 37,9% del total), 1.350 TCAES (el 29,5%) y 602 celadores (el 13,2%)”.

El 99,55 por ciento de estas contrataciones (4.548) “pertenecen a nuestra propia potencia de contratación, es decir, sin ser preciso recurrir a las vías extraordinarias puestas en marcha por el Ministerio, que incluye a estudiantes y jubilados”, según ha apuntado el consejero.

Este refuerzo de personal supone el 15,2 por ciento de la plantilla actual del SESCAM, el mayor porcentaje de toda España. Además de estas contrataciones llevadas a cabo directamente por nuestros medios, debemos agradecer las aportaciones del personal del resto de organismos de la Junta de Comunidades y de la sanidad privada, principalmente de las mutuas de accidentes de trabajo.

Cambios en las organizaciones

El consejero de Sanidad ha explicado que todos los acontecimientos entorno a la crisis sanitaria derivada del COVID-19 han convertido este periodo en “histórico y hacen que este momento sea idóneo, si no el único posible, para implantar medidas de modernización y organización de la atención sanitaria, tanto en Atención Primaria como en Atención Especializada, que nos permitan abordar situaciones futuras de alto nivel de exigencia”.

Entre esos criterios ha descrito un cambio organizativo que proteja a pacientes y profesionales, evitando grandes concentraciones humanas; que maximice el rendimiento del tiempo laboral de profesionales altamente cualificados y escasos y que minimice las diferencias de acceso a servicios sanitarios muy especializados en una región tan extensa como Castilla-La Mancha.

Asimismo, ha destacado las tecnologías de la información y la comunicación, que hacen posibles los cambios expuestos en el punto anterior; pero teniendo en cuenta de forma clara y explícita que son sólo un instrumento al servicio de la sanidad, aplicada a las personas, y nunca un fin en sí mismo.

Así, Fernández Sanz ha explicado que “el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha venido trabajando en los últimos meses en un proyecto de Plan de la Nueva Normalidad Asistencial en el que se aglutinan una serie de innovaciones organizativas que son el resultado del trabajo que se está llevando a cabo con numerosos agentes: nuestros equipos directivos, áreas de medicina preventiva, prevención de riesgos laborales, salud pública, inspección y sociedades científicas. Porque esta tarea de reformulación de nuestro sistema sanitario la debemos hacer entre todos”.

Entre las propuestas incluidas en este Plan, está el establecimiento de un nuevo concepto de triaje aplicado a la asistencia ordinaria; la creación de un catálogo completo de pruebas diagnósticas a disposición de Atención Primaria; la extensión del modelo de Unidades integrales de atención al paciente crónico; nueva sistemática de citación entre Atención Primaria y Hospitalaria; una apuesta decidida por la teledermatología y otras propuestas de telemedicina relacionadas con otras especialidades y la creación de una Red Regional de Servicios de Diagnóstico por Imagen Digital Radiológica.

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