Santos G. Monroy.– Se viaja al corazón de Obtusia con el alivio de la gravedad cero, con el ánimo ligero y despojado de tantos lastres y tanta rutina. Y esto son palabras mayores cuando hablamos del rock y sus derivados. «Elegante ausencia de gravedad«, el primer trabajo discográfico de la banda puertollanera, se revela como una aventura de exploración. Es redondo, potente, experimental, accesible, bailable e introspectivo a la vez. El resultado es, como su propio título, un elegante (y refrescante) trazo orbital en una retrospectiva sin nostalgia: un homenaje, desde la renovación y el amor por la música, al rock de las últimas décadas.
En términos de creatividad, inteligencia y consistencia nos encontramos ante un disco de rock excepcional en la historia de Puertollano, lo que ya es mucho decir, dada la florentina efervescencia musical de la ciudad minera, pero también ante un trabajo que mereciera atención más allá de las fronteras regionales.
La creatividad de Máximo Asensio (guitarra) es el eje conductor de una agrupación que se somete a sus caprichos en cuerpo y alma, con la convicción de un pelotón galáctico lanzado a la Estrella de la Muerte. Miguel Ángel Lillo del Hoyo aporta la voz y la lírica entre el punk y la psicodelia, y a la aventura se suman con toda solvencia Francisco José Moreno Belenchón (guitarra), Carlos Martín Gómez (bajo) y Óscar Lillo Moreno (batería).
«Obtusia es una democracia, excepto en composición musical, en la que ejerzo una dictadura de mano de hierro en guante de seda; qué le vamos a hacer…», admite Maxi con socarronería, consciente de que sabe muy bien lo que hace y lo que quiere. Su concepción de la música, los reflejos artesanales, su desafecto anticomercial, la atmósfera lograda en esta grabación y el respeto por el clasicismo setentero y la progresión conjugados con la innovación responden al prototipo de esos científicos locos de la música, un tanto misteriosos. Recuerda en cierto modo al gran Steven Wilson, con el que guarda paralelismos en lo tocante a filosofía creativa y fuentes de inspiración, y hasta la carátula del disco tiene un vínculo directo con la inquietante imagen de portada del «In Absentia» de Porcupine Tree, uno de los proyectos de Wilson.
Formada en julio de 2017, Obstusia debuta con «Elegante Ausencia de Gravedad» tomándose muy en serio a sí misma y haciendo añicos la concepción del rock local, desde el enigmático diseño gráfico (tan arcano como la propia agrupación, que reniega hasta de las fotografías promocionales) hasta las estupendas progresiones experimentales con esa sonoridad espacial de las guitarras Telescaster.
Con Obtusia entramos en una galaxia virgen, o al menos olvidada. Una gozada, dados los tiempos que corren. Todo aquí rezuma cariño por la música, la escuchada y la que quizá esté por venir. El solo de guitarra que precede a «Esplendor en estéreo», inspirado en la maravillosa «The rain song» de los Led Zeppelin más intimistas, es ya toda una declaración de principios que prosigue en un espectacular y valiente tema de apertura de 8 minutos. Pero este homenaje es solo el punto de partida hacia meandros que recalarán entre una oscuridad y una lujuria selváticas.
Maxi asegura que no sigue ningún método para componer, y que tan solo procura que «suene bonito y tenga ritmo». Pero no. No se engañen. Aquí hay talento y mucho conocimiento, porque de otra manera no podría aflorar este puñado de canciones tan accesibles melódicamente y al tiempo tan extrañas e hipnóticas, tan disfrutables tanto en el directo de un club como en la soledad de una habitación en penumbra.
Grabado como antaño, en tres sesiones y con todas las pistas a la vez, en los estudios Popsonic Recordings de Daimiel, y con el toque mágico a la mesa de Miguel “LCCR”, el disco avanza con una potente personalidad, con una vocación de renovación que no renuncia a los aderezos clásicos, salpicado de pequeñas delicatessen de la vieja escuela.
En este CD sobrevuela el punk de los 80, guiños a Radio Futura, The Cure o The Police y una extensión natural hacia el rock alternativo de unos Radiohead o unos Wilco. Así transcurre un largo minutaje que no pierde tensión, en un vademécum de 13 temas (y un bonus) repletos de matices, hasta ese final delicioso y crepuscular, entre el folk y el western, que es «Cae la noche«.
Nada hay obtuso en estos habitantes de Obtusia, constata el viajero, y no queda sino rendirse a la evidencia: por más que su naturaleza de grupo de culto con unos códigos tan exigentes pueda dificultar su llegada al gran público, estos chicos han rubricado una de las propuestas más interesantes y sugerentes de los últimos lustros en la ciudad industrial.
Podrás escuchar «Elegante ausencia de gravedad» en las plataformas Spotify, ITunes y Amazon, o gratis en este enlace de YouTube. El disco en formato físico podrá adquirirse en la web de Facebook de la banda.