En un mundo abreviado, como el actual, cada vez más nos relacionamos con formas abreviadas.
Que a veces son ideas también abreviadas,
Y crecen en demasía.
De tal suerte que cualquier nueva realidad y los conceptos que la definen, se aposentan en ese universo.
Como ya hiciera Marcel Duchamp y su Boîte-en-valise, como museo abreviado.
Como hiciera Enrique Vila Matas con su Historia abreviada de la literatura portátil.
Y es que vamos exigiendo cada vez más, cosas abreviadas y cosas portátiles.
Unos piensan que es fruto de esa técnica electrónica llamada miniaturización.
Como ha sido visible en cantidad de aparatos radiofónicos, fotográficos y telefónicos.
Que han perdido volumen, al tiempo que han ganado en prestaciones.
La abreviatura, es por ello el procedimiento que se utiliza para representar palabras escribiendo sólo una o varias de sus letras.
Y así avda. es la abreviatura de avenida y v. o. es la abreviatura de versión original.
También la escritura de SMS o de WhatsApp acontece con esos mecanismos de la brevedad abreviada, incluso de los emoticones.
La sigla, por el contrario, es la abreviatura formada por las letras iniciales de un sintagma, normalmente nombres de instituciones, empresas, sociedades y similares.
Tal como ONU es la sigla de la Organización de Naciones Unidas, o la tan actual OMS, por Organización Mundial de la Salud.
Ocurre que algunas siglas, como las de ovni (Objeto Volante No Identificado), se lexicalizan y pasan a ser nombres comunes.
El acrónimo, por su parte, es la palabra formada por el procedimiento de la acronimia.
Y la acronimia es el método para la formación de nuevas palabras, mediante la unión de letras o sílabas, del principio y del final, de dos o más palabras que forman una expresión nueva y, a veces, sorprendente.
Tales como teleñeco, que es la acronimia de televisión y muñeco; o comodocudrama, de documental dramático.
Y no diga nada de los acrónimos, por no señalar.
Pese a ello, nos despachamos semanalmente con una nueva captura que no es la recién adquirida IMV.
Así se ha desplegado estos días la sigla llamada como VUCA.
Término puesto en circulación por el Ejercito de los Estados Unidos, para definir el final de la Guerra Fría.
Un final de la Guerra Fría que caracterizaban como regido por diversos factores como la Volatilidad, la Incertidumbre, la Complejidad y la Ambigüedad.
Que entre nosotros daría otras siglas, como VICA, al cambiar la Incertidumbre por Uncertainty.
Una tetralogía del temor contemporáneo regido por la Volatilidad, la Incertidumbre, la Complejidad y la Ambigüedad, que recuerda las propuestas que hiciera Ítalo Calvino como Seis propuestas para el próximo milenio.
La propuestas de Calvino, procedentes de 1984, fijaban el título de una conferencia que debería haber pronunciado en la Universidad de Harvard en el curso de 1985.
Y que la muerte interrumpió.
Calvino murió una semana antes de emprender el viaje a Harvard, el 19 de septiembre de 1985.
De ese intento se conserva el manuscrito con cinco cuestiones desarrolladas y la otra, sólo esbozada.
A saber: Levedad, Rapidez, Exactitud, Visibilidad y Multiplicidad.
La sexta, en el borrador que presenta Esther Calvino es denominada Consistency.
Frente a la Consistencia derivada de la traducción, Javier Rodríguez Marcos propone la Contundencia, en su trabajo del 2 de agosto de 2015.
Trabajo que denominaba Cuando fuimos leves.
Donde el sangrado de texto se decía. “Las dos décadas transcurridas entre la caída del Muro de Berlín y la de Lehman Brothers, fueron las del triunfo de la ligereza. Su reverso es una crisis que fue cultural antes que económica”.
Cinco años después de esa levedad pasada, tenemos que recurrir a estructuras de explicación que proceden de 1965 y de 1985. O tenemos que recurrir al universo de las abreviaturas, de las siglas y de los acrónimos.
José Rivero
Divagario
Bueno, todo obedece al deseo de escribir con mayor rapidez y a la necesidad de comunicar mucha información en poco espacio……