La Consejería de Sanidad, a través del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha retomado la organización y planificación del curso de adaptación para la acreditación de la competencia profesional enfermera para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y de productos sanitarios de uso humano en nuestra comunidad autónoma.
La declaración del estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, y la paralización de los plazos administrativos que ha conllevado, ha alterado las previsiones que tenía la Consejería de Sanidad de publicar la Orden que regula el procedimiento para la acreditación en Castilla-La Mancha de las enfermeras y enfermeros.
Así se ha puesto de manifiesto en el encuentro telemático mantenido recientemente entre la directora gerente del SESCAM, Regina Leal; la directora general de Cuidados y Calidad, Begoña Fernández; el presidente del Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla-La Mancha, Carlos Tirado y la directora de la ‘Cátedra FUDEN-UCLM para el desarrollo de la Práctica Avanzada en Cuidados’, María del Carmen Prado.
Leal ha adelantado la intención de la Consejería de publicar próximamente la mencionada Orden, en la que se articula el procedimiento de acreditación de los requisitos exigidos para los enfermeros y enfermeras a los efectos de la indicación, uso, autorización y dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano.
Entre los requisitos para poder acceder a esa acreditación, en el caso de no poder acreditar una experiencia profesional mínima de un año, está la superación de un curso de adaptación adecuado ofrecido por la Administración sanitaria de manera gratuita.
La Consejería de Sanidad ha considerado oportuno contar con la experiencia tanto de la Cátedra FUDEN como del Consejo Regional de Colegios de Enfermería a la hora de organizar y planificar este curso y poder ponerlo en marcha inmediatamente después a la publicación de la Orden que regula el procedimiento de acreditación.
La publicación de esta Orden va a permitir que los profesionales de Enfermería desarrollen un papel aún más activo en la respuesta directa que se ofrece a los pacientes. En los últimos años, estos profesionales han experimentado un avance muy importante en su capacitación y conocimiento científico y, ahora más que nunca, su figura es fundamental para dar respuesta a las necesidades de una sociedad cada vez más envejecida y con una mayor prevalencia de patologías crónicas.
Ante esta realidad ya patente, se hace necesario un modelo asistencial que gire en torno a la colaboración entre profesionales y dotar a este colectivo de una mayor capacidad de resolución.
