Este martes ha vuelto a ser un martes más parecido a los que se vivían en Daimiel antes de la aparición del coronavirus. El Mercadillo ha vuelto a desplegarse en el Recinto Ferial. Lo ha hecho con unos 80 puestos, un 75% de los habituales.
Puestos que han ocupado más espacio de lo habitual llevando, por ejemplo, a las fruterías hasta la Avenida de los Deportistas, que ha estado cortada al tráfico durante casi toda la mañana. Una ampliación de superficie que permitía mantener las distancias de seguridad y que daba la oportunidad a todos los quería retomar su negocio a poder hacerlo.
Esa distribución y la obligatoriedad de llevar mascarilla, tanto para clientes como para vendedores, han sido algunas de las nuevas rutinas que ha habido que cambiar para un regreso que se ha recibido con ganas. Sobre todo, entre las compradoras más habituales. “Teníamos mono de los trapejos y la verdad es que han venido muy bonitos”, confesaba Manoli, que ha encontrado “todo muy bien y muy ordenado”.
Esas buenas sensaciones también las compartían comerciantes históricos. La familia García Rivero lleva vendiendo ropa interior en Daimiel desde la década de los 50 del siglo pasado. Javier está al frente los últimos 25 años y veía con optimismo esta vuelta a trabajo después de tres meses en casa. “Los que madrugan han mantenido sus costumbres y creo que puede ser un buen día”, señalaba a primera hora de la mañana. Un ánimo que cree es fundamental siempre, y más ahora, porque “los problemas vienen y lo importante es afrontarlos con valentía y con esperanza”.
En su puesto, entre sujetadores, calzoncillos y los primeros bikinis de la temporada, también se ha colocado en un lugar visible el gel hidroalcohólico y todo lo necesario para garantizar unas compras seguras. García-Rivero destacaba que consumir en un Mercadillo Municipal como el de Daimiel es “tan fiable como otro tipo de comercio”.
Confianza como la que igualmente les ha demostrado el Ayuntamiento de Daimiel y que han agradecido en las conversaciones que han mantenido con el alcalde, Leopoldo Sierra, que se ha dado una vuelta para darles la bienvenida.
Sierra se ha felicitado por este nuevo paso y ha destacado que la distribución planteada ha cumplido con las distancias de seguridad. “Puede que la gente se despiste un poco hasta encontrar lo que busca, pero todos, usuarios y comerciantes, agradecen esta reapertura”, añadía.
El alcalde ha destacado que la ampliación de la superficie del Mercadillo Municipal buscaba además corresponder con los comerciantes que ponen cada martes su puesto. “Queríamos que todos los que apuestan por Daimiel estuvieran aquí, sean o no de la localidad”, reseñaba.
Sierra ha estado acompañado en esta visita por el concejal del Mercado, Román Ortega, y las concejalas de Autónomos y Emprendedores, de Consumo y de Limpieza. Tanto ellos como muchas familias han disfrutado este 2 de junio de esa costumbre tan daimieleña de dar una vuelta por el mercado, interrumpida en los últimos tres meses por un virus que ha roto todas las rutinas.