Jesús Millán Muñoz.– Además del CBBD de Bruselas que es una referencia, el MOCCA del cómic y del arte de dibujos animados en Nueva York, Museo Vaccaro y Paseo de la Historieta de Buenos Aires.
También Manga Museum de Kyoto, Wow Spazio Fumetto de Milán, Centro Nacional del Dibujo animado y la imagen de Angulema, Cartoon Museum de Londres, Cartoonmuseum de Basel, CAM de San Francisco, MUF de Lucca, CCAM en Hangszhou, etc.
Aunque en España también existen una serie de museos, entre otros estarían los siguientes: el de Joan Pieras de Andorra, el de Benavente en León, Museo Akira Cómics en Madrid, Museo del Cómic en Calpe, Museo del cómic y de la ilustración de Sant Cugat del Vallês, el de Provencio en Cuenca, la hemeroteca del cómic en el IVAM, en proyecto en Cambia o en Avilés, la Tebeosfera que es una WEB pero podría ser considerado también un museo virtual. También habría que añadir, lo que denominan comiteca, que es una sección dentro de las bibliotecas públicas, algunas con un grado de una riqueza importante, por ejemplo, la comiteca de la Biblioteca Pública de Ciudad Real.
Pero sin que nadie se ofenda, debemos plantearnos, que ninguno de los museos de Celtiberia, pueden llegar, al menos todavía a la altura, de esa decena de grandes museos del cómic en el mundo. Por lo cual, nos tenemos que plantear y preguntar, si una sociedad y país, que todavía sigue siendo unas de las veinte más industrializadas del mundo, que su industria cultural editorial es una de las más potentes de Europa, y por tanto, también del cómic, no se merece existir un museo del cómic a la misma altura, que los que hemos indicado en el mundo. Quizás, un Centro o Museo Nacional de la Historieta, o quizás, dicho centro con dos sedes en dos ciudades diferentes de la Piel de Toro.
Cierto es que si consideramos la historieta un género artístico plástico debería en los museos de arte, ocupar un lugar más destacado esta sección, una más, como la pintura o el dibujo o la escultura o la ilustración. Cierto es, que si consideramos “los textos de las historietas”, como un subgénero literario, también debería ocupar en los manuales de literatura, el “texto de la viñeta” como subgénero literario, quizás, al lado del aforismo, etc. Cierto es que si consideramos la viñeta de humor o el humor gráfico, también un género artístico plástico y literario también debería formar parte de este entronque e hibridación y combinación de sinergías.
Ninguna actividad artística y estética y literaria y cultural, en ninguna toda la producción es de gran talento y creatividad y expresividad, sino que en todas existen, un tanto por ciento, quizás muy elevado de un nivel mediocre o mínimo, y una porción pequeña, de gran calidad. También es cierto, que desconocemos el valor que le darán a la producción cultural de hoy, de una actividad, sea el humor gráfico o la viñeta, dentro de cien años.
Por lo cual, pienso que estos centros o museos de la historieta, su obligación es conservar, sea en forma virtual o sea en forma material, todo lo posible. Porque la cantidad o herencia cultural que se deje para el futuro, el futuro seleccionará lo que crea conveniente. Al final, no hemos aprendido la gran lección del Quijote, en su presente, aunque tuvo éxito, no tenía la gran consideración que siglos después se le otorgó, de obra maestra, de obra humorística con demasiada ironía se fue transformando en una de las obras maestras de toda la humanidad. Esta simple y modesta lección, debo indicar, que no se ha aprendido y se olvida. Dicho de otro modo, no sabemos qué obras, exactamente, serán tenidas en el futuro como obras de gran consideración estética y conceptual. Cierto es, que si solo se restringen lo que quedará en el futuro, pues la selección en generaciones futuras será entre menos peces y la red más pequeña.
Debo indicar, que igual que admito una categorización muy amplia del cine, y quizás yo también consuma, distintos géneros, no entiendo por ello, que todos los filmes y todos los estilos tienen el mismo grado de calidad, de expresividad, de antropologización y psicologización de la realidad y de lo real, de metafísica y de filosofía, de moralidad, de esencialidad y de accidentalidad…
Aunque, piense que mucha actividad cultural, no es loable, ni notable, en todos los géneros y actividades, debo indicar que eso es aplicable también a la historieta, aunque eso no quiere indicar que no se deba conservar para el futuro, lo bueno y lo menos bueno del presente y del pasado. Incluso el cómic o viñeta o historieta o humor gráfico o cómic que se publica, no solo en libros, ni solo en periódicos en papel o digitales, sino también el que se expresa, casi de forma anónima en las redes sociales. Aquí se abre un capítulo que estimo puede ser muy importante, para el entendimiento y la comprensión de este fenómeno.
Pero todo arte, el cómic siendo uno, tiene su finalidad fundamental que es entender y comprender el mundo. De ahí, que siempre pienso que debe ir acompañado de conceptos y de todo tipo de contenidos. El cómic no es solo un producto de entretenimiento, sino también de entendimiento y comprensión y conocimiento. Es decir, se puede y debe expresar grandes contenidos en estos lenguajes.