Juan José García Cruz. Médico Especialista en Anestesia y Reanimación. Exsecretario del Colegio de Médicos de Toledo.- Sr. Emiliano García-Page. Con todo mi respeto, quiero trasmitirle lo que es un clamor entre los profesionales sanitarios de Castilla-La Mancha después de más de dos meses del estado de alarma por el coronavirus: “usted y su gobierno nos han fallado en el fondo y en las formas y no han tenido la humildad para reconocerlo”.
El pasado día 2 de mayo, después de haber estado prácticamente desaparecido desde el inicio de la crisis por el coronavirus, usted no tuvo más remedio que subir a la tribuna de las cortes de Castilla-La Mancha para rendir cuentas sobre la pandemia y durante casi cuatro horas intentó justificar lo que considero que es injustificable, o sea, que por parte de su gobierno no se ha garantizado con la calidad deseable, presuntamente, ni la asistencia sanitaria a los pacientes ni la seguridad y salud de los trabajadores. A lo largo de su intervención no le oímos la más mínima autocrítica. No le tembló el pulso para señalar como el origen de nuestros males al anterior gobierno de Castilla-La Mancha y a las comunidades de Madrid y La Rioja, ni tampoco para desacreditar a las enfermeras del servicio de urgencias del hospital general universitario de Albacete que el día 24 de marzo habían denunciado en un video el colapso de las urgencias y la falta de material para atender a los pacientes que permanecían esperando, en algunos casos hasta tres días, para ser ingresados en planta y a las que acusó de “estar en otra cosa que no era la pandemia”. Qué casualidad, pero el mismo día que se hacía público el video del colapso de las urgencias el presidente del Colegio de Médicos de Albacete enviaba un whatsapp al consejero de sanidad, Dr. Jesús Fernández Sanz, donde le informaba de que los pacientes estaban por los suelos, taponando las puertas del servicio de urgencias del hospital, y con un “Por Dios, Jesús, te pido, por favor, toda la ayuda que puedas dar a Albacete, te lo pido por caridad y con la desesperación que tienen los pacientes y sanitarios”, hacía explícita toda su desesperación con la situación que se estaba viviendo desde hacía días en el hospital. Pocos días después, a finales de marzo, el jefe de servicio de anestesia y reanimación del hospital de Albacete lanza un SOS denunciando la falta de respiradores y reconociendo que tenían más ayuda del exterior, de particulares y de empresas, que del propio Sescam. Una situación, por otra parte, que ni era puntual ni exclusiva de Albacete sino que se estaba reproduciendo en toda nuestra comunidad pero fundamentalmente en los distintos hospitales de Ciudad Real, Albacete y Toledo.
Desde el primer momento, miles de trabajadores del Sescam denunciaron la desorganización de las distintas gerencias en la gestión de la respuesta a la pandemia y la falta de medios para protegerse del coronavirus y expresaron la necesidad de realizar test para poder aislar a los profesionales Covid-19 positivos asintomáticos y así poder evitar el contagio y propagación de la enfermedad, pero la respuesta de nuestros responsables sanitarios no fue otra que negar la mayor diciendo que todo estaba bajo control, que había suficiente material de protección y que no era necesario hacer test salvo que se tuviese una clínica de infección respiratoria aguda. Incluso nos prohibían la utilización de mascarillas quirúrgicas alegando que causaban una alarma innecesaria. Al principio nos decían que la pandemia era como una gripe, que nuestro sistema sanitario ejercería de escudo protector y que en todo caso no pasaríamos de unos pocos casos. Según nuestro consejero de sanidad y la directora gerente del Sescam, Dra. Regina Leal Eizaguirre, en ningún momento hemos dejado de tener los medios de protección adecuados y que solo había que utilizarlos bien. Pero la realidad ha sido muy distinta y la desorganización y falta de medios de protección de todo tipo, como guantes, mascarillas quirúrgicas, mascarillas FFP2 y FFP3 y lo más importante, los equipos de protección individual, los famosos EPI, ha sido la tónica generalizada en todos y cada uno de los centros sanitarios de Castilla-La Mancha, pero fundamentalmente en los hospitalarios. Si no hubiese sido por el ingenio y esfuerzo de todos los trabajadores y por el altruismo de una sociedad generosa las consecuencias de la pandemia en Castila-La Mancha hubiesen sido mucho peores.
Pero de todo esto, usted no reconoció lo más mínimo en su discurso. Al contrario, según usted todo había funcionado correctamente e incluso llegó a decir que “Nosotros hemos superado el momento de curva aguantando la tensión, aguantando la tensión, y es muy duro eh, porque por ejemplo en materia de respiradores, señorías, ni se imaginan lo mal que lo hemos pasado. Nunca ha habido menos de doce disponibles, en el sistema, ni siquiera en los principales, y yo sé eh, que esto es muy duro, que hay familiares que pueden haber tenido la impresión de que no se les ha puesto un respirador porque no había, e incluso es posible que alguien les haya hecho creer eso, pero lo cierto y verdad, señorías, es que si eso es así, si eso hubiera sido así, me gustaría que se evacuara la correspondiente denuncia”. Estas palabras de su discurso desataron una tormenta de indignación entre todos nosotros con múltiples respuestas. La primera, y para mí la más dura de todas, la del marido de una médica especialista en geriatría que el mismo día 3 de mayo difundió un video donde aseguraba que su mujer había sido contratada al principio de la pandemia para prestar asistencia médica en la residencia Vasco Núñez de Balboa de Albacete y que aseguraba que: “Yo la veía llegar agotada y le costaba muchísimo conciliar el sueño pensando en las personas a las que tenía que dejar morir por carecer de respiradores, a las que le negaban la posibilidad de mandar a la UCI, por su edad, porque había que priorizar los pocos respiradores que había,……Claro, entonces mi sorpresa es cuando veo al Sr. Emiliano García-Page aparecer en las Cortes y negar esta falta de respiradores, mentir sobre algo que ha causado muchísimas muertes, sobre algo que ha causado muchísimo dolor, en definitiva, ridiculizar y banalizar y mentir sobre la memoria de esas personas, sobre esas muertes y claro, no todo vale, eso no se puede permitir, o sea, no puede quedar en un estado de whatsapp de Page dimisión, no puede quedar en eso,……A Emiliano García-Page, solo te deseo que cada noche te visite una de las personas que murió ahogada por no tener un respirador y puedas sentir el dolor de esa persona, solo eso”. El video es desgarrador por el testimonio que reproduce de una persona que ha vivido en primera línea la pandemia.
En la misma línea, el Colegio de Médicos de Albacete publicó el día 5 de mayo un comunicado en respuesta a sus palabras donde decía que: “El personal sanitario está hoy muy enfadado. El día 2 de mayo tuvimos que escuchar a D. Emiliano García-Page, animando a denunciar a los profesionales que hayan alzado la voz denunciando la falta de material y a los Jefes de Servicio que han pedido ayuda. Y además lo hizo haciendo referencia y sacando de contexto palabras de otro compañero médico, llegando a utilizar y enfrentar a la profesión médica de Albacete,…..Vamos a encargar a nuestros servicios jurídicos que estudien si las declaraciones e insinuaciones de D. Emiliano García-Page pueden incurrir en algún tipo de ilegalidad para un cargo público”.
De la misma manera, la Asociación Profesional de médicos y enfermeros PEAC del Sescam, unos profesionales que se encargan de las urgencias en atención primaria, emitió un comunicado el día 6 de mayo donde le acusaban de que “aún considerando la complejidad, novedad, y gravedad de esta crisis sanitaria, desde el principio García-Page ha mostrado una actitud irresponsable de menosprecio de la situación y de desprecio de los trabajadores públicos,…..No siendo capaz de gestionar la gravedad y las consecuencias de la crisis sanitaria, ni de garantizar el material de protección necesario, ni los test diagnósticos que se hacían imprescindibles, ha culpado de algunos de estos hechos a los profesionales sanitarios o ha manifestado contra toda evidencia que esas carencias no eran ciertas. Han sido demasiados los sanitarios mal protegidos que han fallecido en nuestra Comunidad en su lucha contra la Covid-19 para que pasemos por alto su actitud”. En la misma línea denunciaban “la actitud de amedrentamiento y censura hacía las quejas expresadas por los profesionales sanitarios con el objetivo de que las carencias denunciadas no salieran a la luz pública”, pidiendo su dimisión y la renuncia del consejero de sanidad.
Se produjeron muchas más respuestas a su discurso pero basten esas tres como testimonio y muestra del rechazo e indignación que generaron sus palabras.
No quiero dejar de recordarle lo sucedido con la compra de los respiradores turcos y con las muertes de tantos castellano manchegos.
Querer hacernos creer que unos respiradores que están diseñados para transporte sanitario, principalmente para dotación de las UVIS móviles, eran adecuados para ventilar a pacientes infectados por coronavirus y con patología pulmonar severa es simplemente faltar a la verdad y creo que tengo autoridad suficiente para afirmar tal cosa después de casi 35 años de ejercicio de la especialidad de anestesia y reanimación. En la misma línea argumental se manifestaron tanto la Asociación de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor como la Sociedad de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias de Castilla-La Mancha y además le han hecho una crítica sin paliativos a su gestión y a su discurso.
Me he dejado para el final la desgarradora cifra de muertos que estamos teniendo en nuestra comunidad con la consiguiente desestructuración y dolor para miles de familias. Justificar el elevado número de muertos en que somos una comunidad con un elevado porcentaje de personas mayores, no válidas según usted, es nuevamente faltar a la verdad y no tener otro argumento que justifique que somos la comunidad autónoma con la mayor mortalidad por número de habitantes y la que tiene la mayor tasa de letalidad por número de contagiados. Y eso que las cifras no coinciden, por ser inferiores, con las contabilizadas en los registros judiciales como así lo ha hecho público el Fiscal General del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
Un poco de humildad nunca está de más, reconocer los errores siempre ayuda a intentar no volver a cometerlos, pedir perdón nos hace ser más humanos y ser transparente y decir la verdad de las cosas, sin crear alarmismos innecesarios, siempre da un plus de credibilidad a quien lo hace y mucha tranquilidad a quien lo escucha.
Seguro que cuando tengamos la vacuna, que espero sea pronto, nos olvidaremos rápidamente de todo el infierno que estamos viviendo, pero por responsabilidad hacía todos nosotros y a las generaciones venideras y por la memoria de nuestros fallecidos no deberíamos hacerlo.
Como decía el poeta y filósofo español George Santayana: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”.