Las diez plantas independientes de energía renovable de Ence han suministrado a la red general electricidad suficiente para las necesidades de casi 50.000 personas desde que se decretó el Estado de Alarma y comenzaron las medidas de confinamiento y prevención contra la Covid-19. Han sido más de 254.000 MWh de energía que, además de contribuir a mantener un servicio esencial para la población, han supuesto a la sociedad un ahorro de más de 21.800 toneladas equivalentes de petróleo.
Ence, además de la energía que produce gracias al calor y subproductos del proceso de la celulosa en sus dos biofábricas de Potevedra y Navia, genera energía en 10 plantas independientes: 8 de biomasa agroforestal, 1 de cogeneración y una más de energía termosolar. Estas diez plantas juntas suman una potencia instalada de 316 MW renovables capaces de producir en el año energía suficiente para abastecer las necesidades de más de 380.000 personas (según el consumo eléctrico per capita nacional), y ahorrar a la sociedad casi 177.000 toneladas equivalentes de petróleo.
A estos importantes beneficios sociales y ambientales, se suma el que se deriva de la valorización de la biomasa agrícola y forestal que las plantas de Ence usan como combustible de caldera. Sirva como ejemplo que la mayor parte de la biomasa consumida por Ence en lo que va de año procedía de actividades agrícolas del entorno de sus plantas. En total, casi 300.000 toneladas de biomasa procedente, mayoritariamente, de viñedos, olivares y frutales, y que de otra forma hubieran sido quemadas en el mismo campo, desaprovechándose su capacidad energética y suponiendo un alto impacto medioambiental y riesgo de incendios.
Destaca la biomasa, también, por ser la energía renovable con un mayor impacto social en generación de empleo, un dato que la Asociación de empresas de Energías Renovables (APPA) calcula en 30 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, por cada MW instalado, colaborando así en la importante fijación de la población en las zonas rurales.
La compañía sigue apostando por el crecimiento en energías renovables dentro de su plan estratégico, comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y en paralelo a los objetivos establecidos a nivel nacional e internacional para luchar contra el cambio climático. Ence quiere colaborar significativamente con España y la Unión Europea para conseguir que en 2030 el 32% de la energía comunitaria sea renovable, un objetivo europeo que la crisis derivada por la pandemia, lejos de poner en peligro, debería convertir en prioritario.