Comunicado Área de Educación IU CLM.- El Área de Educación de IU-CLM manifiesta su rechazo a la incorporación presencial del alumnado a los centros educativos a partir del 25 de mayo, reitera que las clases presenciales en los centros educativos deben reanudarse a partir de septiembre, si las condiciones sanitarias lo permiten, y que la incorporación presencial del alumnado, personal docente y no docente, no implique poner en riesgo la salud de ningún miembro de la comunidad educativa.
La posibilidad de incorporación del personal docente a los centros (meses de mayo y junio) debe ser voluntaria, manteniendo siempre los protocolos sanitarios, y para desarrollar acciones indispensables de coordinación y seguimiento del proceso educativo a distancia. El personal administrativo solo se incorporará para realizar tareas administrativas que sean imprescindibles, excepto aquellas que puedan realizarse de forma telemática o puedan posponerse a los meses de septiembre y octubre.
Los meses de julio y agosto se deben dedicar a tareas de desinfección y acondicionamiento de los centros para garantizar una atención educativa segura y adecuada de cara a la apertura del próximo curso escolar. La planificación, organización, dotación de recursos, espacios y personal necesarios, deberán ser acordadas con los representantes de todos los sectores de la comunidad educativa.
Educación Infantil
La apertura de los centros de Educación Infantil con la intención de facilitar la conciliación laboral de las familias que no puedan atender a sus hijas e hijos por motivos de trabajo, es prácticamente imposible, así como garantizar la seguridad sanitaria de este alumnado que difícilmente va a mantener la distancia de seguridad en las aulas y cumplir el protocolo de protección en los espacios y tiempos escolares.
La Educación Infantil tiene una finalidad educativa, que no es la de “guardar” a la infancia cuando las familias vayan a trabajar. Las medidas que se tomen para el alumnado de esta etapa educativa deben ser educativas y no únicamente asistenciales. La conciliación de la vida familiar y laboral implica no sólo la búsqueda de medidas sociales que atiendan a los condicionantes de seguridad física y emocional para el alumnado de Educación Infantil y Primaria, sino también establecer las ayudas que sean indispensables a las familias que así lo necesiten, de manera coordinada entre las administraciones responsables de trabajo, sanidad, de asistencia social para que dicha conciliación sea posible.
Educación Primaria, Secundaria y Formación Profesional
Los centros no reúnen las condiciones necesarias (ni de personal, ni de espacios) para cumplir los requisitos de seguridad exigidos, lo que imposibilita desarrollar una actividad educativa de trabajo en grupo y de interacción mínima entre alumnado y profesorado.
La evaluación y promoción del alumnado de Enseñanza Secundaria, incluido el de 4° de ESO, se debe realizar utilizando las vías telemáticas correspondientes. La decisión de la promoción de este alumnado puede ser adoptada por el equipo docente por consenso o, en su caso, por mayoría simple, y teniendo en cuenta el seguimiento que han realizado sus tutoras y tutores.
La asistencia del alumnado de 2º de Bachillerato, 2º de FP de Grado Medio y Superior debe estar dirigida solamente a desarrollar de forma voluntaria, por parte del alumnado y profesorado, acciones estrictamente necesarias para el seguimiento y coordinación del modelo educativo a distancia, y con cita previa al alumnado de 2º de Bachillerato que en julio ha de afrontar la EVAU.
Educación Especial
El trabajo educativo con este alumnado, por sus especiales características, implica que sea muy difícil conseguir que mantengan las distancias físicas de seguridad exigidas actualmente. Y es prácticamente imposible que los profesionales que con ellos trabajan también las mantengan, ya que realizan tareas que implican limpieza y contacto.
Un porcentaje elevado de este alumnado son personas que por su nivel cognitivo no llegan a comprender la necesidad de la utilización de protocolos y, mucho menos, ser capaces de llevarlos a la práctica, incluso pueden llegar a rechazarlos. Además, se trata de alumnado que presenta problemas de salud por lo que son población de riesgo frente a esta pandemia.
Ante la posible apertura de estos centros para el alumnado cuyas familias voluntariamente quieran hacer uso del mismo, la responsabilidad no puede anclarse únicamente en las familias, sino que debería ser una decisión colegiada de las administraciones y entidades responsables (sanitarias, educativas, sociales, etc.). La situación de fragilidad de la salud del alumnado de Educación Especial merece que todas las Administraciones implicadas hagan un esfuerzo máximo por atenderlo.
Profesorado
Es necesario seguir cubriendo las plazas del personal docente producidas por bajas médicas y jubilaciones para que en esta situación excepcional, la atención al alumnado, el refuerzo escolar y, por tanto, la calidad educativa, no se resientan de forma exponencial.
La Consejería de Educación debe arbitrar medidas para que en este mes de mayo se definan y concreten las nuevas necesidades de profesorado de los centros públicos, y que pueda contemplarse en la oferta de vacantes para el profesorado interino antes del inicio del curso 2020-21.
El aumento de las plantillas docentes es imprescindible para recuperar los aprendizajes no desarrollados este curso, atender de manera más individualizada al alumnado con necesidades de apoyo, seguir de manera ordinaria los aprendizajes correspondientes al próximo curso escolar. Es obvio que todas las tareas (ordinarias y extraordinarias) no pueden desarrollarse con el mismo número de profesorado que el curso actual.
Servicios socioculturales dirigidos al alumnado y familias en desventaja
En los meses de julio y agosto, los centros escolares podrían reabrir (si las condiciones sanitarias lo permiten y garantizando la salud de la comunidad educativa) para prestar servicios de carácter sociocultural, como comedores y actividades de tiempo libre, prestando especial atención al alumnado en situación de desventaja.
Es necesario abrir convocatorias extraordinarias de becas de comedor de verano para el alumnado que no obtuvo beca de comedor en este curso escolar y cuyas familias tengan una situación económica adversa a raíz de la pandemia. En esta línea de actuación, la Consejería de Educación prorrogará las becas de comedor existentes e incorporará al nuevo alumnado, independientemente de que los centros de referencia permanezcan abiertos o cerrados en agosto, trasladando a las familias, en este último caso, la cuantía económica de las becas.