El Gobierno de Castilla-La Mancha mantiene su compromiso por apoyar a aquellos sectores más expuestos a los efectos de la crisis del COVID-19, en el marco del Plan de Medidas Extraordinarias para la Recuperación Económica de Castilla-La Mancha.
Así lo ha puesto de manifiesto la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, durante su participación esta mañana en la Jornada ‘Escenarios para la salida de la crisis en Castilla-La Mancha’, organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección; en la que ha abogado por la creación de sinergias entre el tejido empresarial de la región para el impulso de la innovación y ha defendido planes de estímulo para la relocalización de la industria.
La consejera de Economía, Empresas y Empleo ha participado en la jornada de APD con María del Mar García-Baquero, presidenta de Lácteas García Baquero; y Rafael Merinero, director general de Witzenman para Iberia y el norte de África; y que ha sido moderada por Nicolás Rodríguez, director general de Haricaman y presidente de APD. En el encuentro, celebrado de manera telemática, se han abordado las diferentes fórmulas para sentar las bases de la recuperación económica en la región tras el COVID-19, y se han repasado los diferentes puntos de vista, tanto públicos como privados y de diferentes actividades económicas, acerca del impacto económico de la crisis sanitaria.
Patricia Franco ha reconocido la dificultad que existe aún en la actualidad para determinar las consecuencias económicas de la crisis sanitaria, y ha subrayado la importancia de algunas de las medidas adoptadas de manera urgente durante las primeras semanas del estado de alarma para tratar de aminorar ese impacto. Por ejemplo, la agilización de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o la flexibilización de los requisitos en materia de ayudas para las empresas, además de la moratoria en el pago de impuestos. “Esas medidas pronto se vieron apoyadas por otras que iban dirigidas a mejorar la liquidez de las empresas, como la Línea Aval COVID de financiación o la moratoria en los pagos de las cuotas de avales”, ha señalado la consejera, que ha reconocido que, desde el inicio, la crisis del COVID-19 “ha obligado a una redefinición de nuestras líneas de trabajo”.
En ese contexto, Patricia Franco ha valorado el acuerdo alcanzado con CECAM, CCOO y UGT para el Plan de Medidas Extraordinarias para la Recuperación Económica de Castilla-La Mancha, dotado con 231,6 millones de euros y que incluye 74 medidas dirigidas a impulsar la reconstrucción económica de la región tras la crisis sanitaria. Este plan, ha dicho la consejera, “cuenta con líneas transversales para el apoyo a nuestras pymes, autónomos y trabajadores, pero también con líneas adicionales para aquellos sectores más expuestos, como la hostelería o el turismo”, lo que, en palabras de Patricia Franco, “forma parte del compromiso del Ejecutivo autonómico con aquellos sectores que más se han visto golpeados como consecuencia del COVID-19”.
Durante sus intervenciones a lo largo de la jornada, articulada en torno a un coloquio sobre diferentes asuntos en materia económica y empresarial, la consejera ha defendido la importancia de estimular la relocalización de aquella industria que en su día deslocalizó su producción fuera de nuestras fronteras, en el contexto nacional y también en el marco regional, “para que la cadena de suministro se pueda llevar a cabo de manera completa en nuestra región”. Patricia Franco también ha señalado la importancia de generar sinergias entre el tejido productivo regional sobre todo en materia de innovación, un pilar fundamental para afrontar la recuperación económica de Castilla-La Mancha.