Las fábricas de cervezas artesanas que se extienden a lo largo y ancho de la región no han estado al margen de los efectos de la crisis sanitaria del coronavirus y si bien la mayoría de ellas han visto reducida su distribución a bares, están reforzando la venta online y sacando a la venta nuevos formatos adaptados al consumo al que obliga la pandemia.
En Albacete, el encargado de Cervezas 69, David García, ha contado a Europa Press que la crisis sanitaria les ha repercutido «negativamente» ya que su cerveza era distribuida al sector hostelero y tras la llegada del COVID-19 se ha visto obligado a «modificar el tipo de negocio» centrándose más en la venta online.
García, además, ha confesado que durante los meses de confinamiento el consumo de sus productos se ha visto disminuido en un 75 por ciento «aproximadamente».
Asimismo, asevera que adaptarse a la «nueva normalidad» va a ser «difícil» aunque supone que «habrá que seguir» como lo ha estado haciendo durante los dos últimos meses, y ha querido sacar el lado positivo a la situación asegurando que mucha gente antes no les conocía y ahora sí, por el «boca a boca».
En Chinchilla de Montearagón (Albacete) se encuentra desde hace 13 años, la fábrica de cerveza natural ‘La Nena’, en la cual su actividad está siendo «nula», ha indicado uno de sus socios, Pedro Soriano, que añade que hasta que el Ayuntamiento no le informe de los detalles o de cómo tiene que ser la cosa, «no se puede hacer nada».
Por otra parte, el imaginarse un nuevo escenario le resulta «complicado». «Para seguir adelante y en la línea de antes necesitamos del apoyo de la gente que nos conoce y la que todavía no», ha dicho, para agregar que están sintiendo el «calor» de sus clientes más cercanos.
RALENTIZAR LA PRODUCCIÓN
Ralentizar la producción y potenciar la venta al cliente final, haciendo especial hincapié en lo local, son algunas de las estrategias adoptadas por La Maldita, Cerveza Artesana, como señala el cofundador de la marca, Roberto Díaz, que se fabrica en la localidad ciudadrealeña de Herencia.
Señala que ralentizar la producción se ha provocado porque hay un «momento de enorme incertidumbre» y no saben cuándo se podrá reanudar la normalidad en el consumo; a lo que añade, respecto a la potenciación del cliente final, que es una apuesta que está siendo «muy positiva».
Concretamente, ha apuntado a que se ha cuadriplicado esta, comparado con el periodo anterior al COVID-19 ya que la gente que no podía salir a consumir, ni en el propio local de la marca ni en todos a los que suministra, está destinando ese dinero al consumo en casa de «malditas»
Sobre el futuro, ha reconocido que «es complicado de conocer». La hostelería tiene un peso muy importante en el consumo de cervezas artesanas, por lo que ha admitido que no saben cómo va a reaccionar el público en la vuelta a la normalidad.
CAMPAÑA LOCAL «POTENTE»
Desde Cuenca, Carlos Sevilla, de la fábrica Cervezas Tormo, ha explicado que cuando se decretó el estado de alarma la primera medida que llevó a cabo fue cerrar la fábrica, aunque tiempo más tarde tuvieron que volver a abrir para vaciar los tanques que estaban llenos de cerveza. Al mismo tiempo, hicieron una campaña potente a nivel local incentivando la venta a domicilio de cerveza.
Ha reconocido que la fábrica «no ha bajado mucho la venta» de su cerveza artesana, aunque en estas fechas tenían previsto el relance de su producto tras mudarse a una nueva. «Esto no nos ha venido bien, porque es cierto que han bajado las ventas, pero aun así la gente ha respondido muy bien».
El canal de venta a domicilio puesto en marcha por Cervezas Tormo durante este confinamiento «ha sido algo novedoso», ya que nunca antes lo habían explotado. «Nos ha sorprendido bastante, porque hemos encontrado muchas ventas, muchos amigos y mucha gente que repite».
Cervezas Tormo también ha puesto en marcha estos días junto al distribuidor una campaña para reducir costes y tener un beneficio «mínimo» para seguir produciendo. En esta línea, el objetivo es poder llevar la cerveza más barata y que el hostelero también la pueda venderla más barata.
ARRIACA Y EL ENVASADO EN LATA
En el caso de la cervecería artesana Arriaca, asentada en Yunquera de Henares, haber apostado en el 2016 por envasar en lata les ha servido durante como válvula de escape, ya que han amortiguado el descenso «acusado» de sus ventas en la hostelería con una mayor distribución a las grandes superficies y la venta online, ha dicho su gerente Jesús León.
Eso les ha permitido seguir abiertos, aunque, tal y como ha reconocido, se ha apostado por esta cerveza, algo más cara, durante el confinamiento como un capricho y eso les ha permitido «salvar los muebles».
El gerente de Arriaca está convencido de que el futuro del sector pasa por la diversificación de los canales y de variedades de cerveza; de hecho ellos han presentado durante esta época de confinamiento un cerveza artesana con una limonada «de calidad».
Otra cerveza artesana afincada en la provincia, en Quer (Guadalajara) y que utiliza materias primas con certificado ecológico, es la Vulturis, un proyecto de Óscar Medina que aunque no ha cerrado ha caído «muchísimo» sus ventas, ya que en torno al 80% de su producción era para hostelería, aunque el ha aumentado consumo particular y ha ido salvando el negocio haciendo cerveza para otras marcas los primeros meses y potenciando la venta online.
DOMUS Y EL COMERCIO ONLINE
Desde la toledana fábrica de cervezas Domus, su fundador, Fernando Campoy, ha recordado que al estallar la crisis lo primero que hicieron él mismo y todos los trabajadores fue quedarse en casa –con el consecuente Expediente de Regulación de Empleo Temporal– porque sus principales clientes, en especial la hostelería, estaban cerrados.
«El único que se ha movido todos estos días he sido yo para mantener el comercio online», ha señalado, para afirmar que ha tenido que potenciar esta parte del negocio y que gracias a la demanda ha tenido que recuperar a dos trabajadores porque él solo no podía hacerla frente.
Así, el también gerente de esta cervecera toledana ha indicado que «grosso modo» la venta online, que venía suponiendo un uno por ciento de la facturación de Domus se ha multiplicado por 10.
Es por ello por lo que ha reconocido que han tenido que redoblar esfuerzos en las redes sociales porque los canales y la venta online la tenían plenamente operativos desde hace tiempo pese a que no tuviera mucha demanda.
«Nos estamos reinventando desde el minuto uno porque está claro que esto va para largo y los nuevos modelos, como venta online y reparto a domicilio, han venido para quedarse», ha dicho, para agregar que Domus está lanzando nuevos formatos o incidiendo en otros que aunque existían pasaban desapercibidos, tales como envases rellenables o barriles de cinco litros para reuniones familiares.
De su lado, David Guerra, uno de los socios de Cervezas Speranto, en el Polígono de la capital regional, ha indicado que la fábrica sigue produciendo aunque ha bajado el ritmo «un poquito». «Lo hemos notado más en la tienda, Monsterbeer, porque solo abrimos por la mañana y con una serie de condiciones porque no se puede servir al público».
Con todo, lo que sí que ha reconocido que ha aumentado es la venta a domicilio, algo que Cervezas Speranto está haciendo por primera vez desde que estalló la crisis sanitaria, por lo que la distribución ha aumentado en un 40 o un 50 por ciento.
Respecto a la fábrica, ha incidido en que ha bajado el ritmo pero tampoco mucho y que se han aprovechado para hacer cervezas que necesitarían un añejo largo, cifrando así el descenso de la producción entre un 10 y un 20 por ciento.
Son varios los pequeños productores que han decidido apostar por el comercio electrónico, ofreciendo alternativas al consumidor……