Ciudad Real: En la fiesta del trabajo, el Gobierno municipal suspende en prevención de riesgos laborales e igualdad

MªÁngeles Mur, concejala Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Ciudad Real.-Este primero de mayo, es un primero de mayo donde hay que rendir homenaje a aquellos trabajadores/trabajadoras, que por cumplir con su obligación, han perdido la vida.

El personal sanitario, con una gran mayoría de mujeres, miles de profesionales de la sanidad, residencias, cuidados a domicilio, fuerzas y cuerpos de seguridad, seguridad privada, limpieza, alimentación, transporte, periodismo, que han trabajado para que el país siga funcionando.

La conmemoración del primero de mayo, aún en estas duras circunstancias, tiene que recordarnos que, el trabajo es en estos momentos, el verdadero oxigeno que necesita el país para poder salir de esta tremenda crisis. Y que el trabajo realizado por profesiones protagonistas de la crisis, están desempeñados mayoritariamente por mujeres, el personal sanitario, cuidados, limpieza, cajeras de supermercados, etc.

A esta labor tan vital que han realizado, debemos sumar el aumento del trabajo de cuidado, es decir de trabajo no remunerado, como consecuencia del cierre de escuelas y lugares de trabajo.

Al Igual que aquella imagen de las señoras de la limpieza pasando la mopa en los descansos de los debates electorales de las ultimas elecciones generales, que impactaron tanto en la opinión pública y que nos quedo grabado en nuestras retinas, unas imágenes que muestran la dura realidad, las profesiones y oficios donde todavía, mayoritariamente hay más mujeres, también resulta impactante, ver a mujeres de la limpieza trabajando en edificios fantasma como es el edificio del Ayuntamiento de Ciudad Real.

Por otro lado, encontramos que el personal de limpieza municipal mayoritariamente masculino, y considerado servicio esencial, se ha reducido. Según un informe reclamado en al menos tres ocasiones por el grupo municipal popular, muestra que el personal destinado a limpieza viaria, “se distribuye en una mitad un día, y en la otra al día siguiente”, y nos preguntamos, que ahora más que nunca, en esta fase, en la que ya pueden salir a las calles, a los jardines y a los parques los niños y muy pronto también los mayores, es necesario disponer de una ciudad limpia y desinfectada, en definitiva, de una ciudad segura.

Pero tenemos que entender que con un personal reducido es inviable que esto ocurra. No es una señal de buena gestión municipal, esta irracional distribución de los recursos humanos, que muestra estos escenarios de desigualdad.

Y no es que no valoremos, sino todo lo contrario, admiramos profundamente la gran labor y el enorme riesgo que están asumiendo las mujeres de la limpieza, y decimos “las” porque son mayoría, igual que también son mayoría el castigado y desprotegido personal sanitario, que con su dedicación vocacional, han sido verdaderos escudos protectores contra el coronavirus, o como las cuidadoras de personas mayores y dependientes. Parece que se ha bajado la guardia ante la desigualdad, pero seguimos viendo imágenes que vuelven a recordar que las mujeres siguen sufriendo una desagregación vertical y horizontal en los espacios laborales.
Sería más acertado, más racional y más rentable para la ciudad, proteger a la ciudadanía desinfectándola, destinando más recursos a esta labor, y no dedicar la limpieza a edificios que no se utilizan ni por el propio personal ni por el público.

Tampoco es una señal de buena gestión, no establecer medidas de prevención para su personal cuando además el grupo municipal popular, se interesó por la protección de las personas trabajadoras del Ayuntamiento ante el Coronavirus, desde la última sesión del pleno que se celebró el 27 de febrero. Hasta ayer día 30, después de reclamar por activa y por pasiva, datos sobre las medidas de protección establecidas, las metodologías de trabajo que se iban a utilizar, la dotación de epis suficientes y el número de trabajadores/as contagiados/as en varias ocasiones, no conocíamos datos, salvo los que a nivel particular hemos podido obtener. Hemos tendido la mano y ofrecido ayuda pero nos han cerrado las puertas a la colaboración.

Por eso, debemos exigir al actual Gobierno municipal, que dé la cara, que gestione racionalmente los recursos públicos, que son escasos y vitales, para que contribuyan a disponer de una ciudad limpia, sin riesgo de contagio de Coronavirus, y de paso “una ciudad igualitaria“, y no una ciudad enferma.