La proximidad del mes de mayo trae, como cada año, la celebración de las Cruces, una festividad que rinde culto a la Cruz de Cristo. La tradición de “Vestir la cruz”, que se inicia en los primeros días del mes de mayo consiste en colocar unos lienzos, un crucifijo y los elementos de la Pasión para expresar el sacrificio de Cristo.
Las mujeres rurales de AMFAR están manteniendo viva esta tradición sin salir de casa, tal y como exige la alerta sanitaria en la que nos encontramos, y se han puesto manos a la obra para instalar dichas cruces en el interior de sus propios domicilios. Una magnífica forma de mantener esta tradición popular tan característica del mundo rural.
Por último, cabe destacar que excepcionalmente, este 2020 muchos de los altares lucen crespón negro en homenaje a las víctimas que se ha cobrado la pandemia de Coronavirus.