CCOO ha pedido al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) y a sus contratas que identifiquen y aparten del servicio a los ‘contactos estrechos’ mantenidos por 11 limpiadoras de hospitales de la región infectadas con posible COVID-19.
El sindicato ha señalado que en estos días se han registrado al menos 11 casos de posible casos de COVID-19 entre trabajadoras de la limpieza de hospitales de Castilla-La mancha, de las que cinco son de la provincia de Ciudad Real, cuatro en la de Albacete y dos en la de Toledo.
«Todas ellas fueron lógicamente apartadas del servicio y sometidas a cuarentena domiciliaria, prescrita por sus médicos de atención primaria por la acumulación de síntomas compatibles con una infección respiratoria», indica en nota de prensa el sindicato.
En este sentido, añade que están a la espera de que se les realicen, en su caso, las pruebas de laboratorio que confirmen la enfermedad y que desea que su evolución sea positiva y que superen la enfermedad, afirma el responsable regional de Negociación Colectiva de CCOO-Construcción y Servicios, Carlos García.
«Deseamos también que no haya llegado a transmitir el virus a ninguno de sus contactos, ni familiares ni laborales. Y es este sentido en el que reclamamos al Sescam y sus contratas que determinen con inmediatez cuáles de esos contactos deben considerarse ‘estrechos’, para apartarles del servicio y situarlos en cuarentena. Cualquier retraso en la identificación y manejo de los contactos puede provocar la expansión del virus entre las compañeras y compañeros de las infectadas», ha apuntado.
Según afirma, el Ministerio de Sanidad establece que ‘contactos estrechos’ son los mantenidos con «convivientes, familiares y personas que hayan estado en el mismo lugar que un caso mientras el caso presentaba síntomas a una distancia menor de dos metros durante un tiempo de al menos 15 minutos».
«En su trabajo habitual, antes de serles detectada la infección, pero ya en fase de transmisión, las limpiadoras con el posible COVID-19 han podido mantener contactos estrechos, tal y como los describe el Ministerio, con sus compañeras de contrata, con las que comparten vestuarios, dependencias e incluso los minutos del bocadillo. También pueden haberlos tenido con otros profesionales de sus respectivos centros sanitarios», argumenta.
Según el sindicato, en los procedimientos y documentos técnicos emitidos para abordar la enfermedad, el Ministerio de Sanidad señala que «no se hará un seguimiento activo de los contactos, únicamente se les indicará realizar cuarentena domiciliaria durante 14 días desde el último contacto con el caso si no es conviviente o desde la finalización del aislamiento del caso, si es un conviviente».
«No quisiéramos que, por dejadez de los servicios de prevención de las contratas y del Sescam, o por evitarse dar las bajas que sea necesario dar, el COVID-19 se propague de forma explosiva en los servicios de la limpieza de nuestros hospitales», argumenta.
Por eso, insiste en la necesidad de identificar los contactos estrechos mantenidos en el centro sanitario por las trabajadoras de la Limpieza con posible infección por SARS-CoV-2, para apartarlos del servicio y prescribirles cuarentena domiciliaria. «Y no es algo que se pueda dejar para más adelante, hay que hacerlo de inmediato», recalca García Montoya.