Begoña es otra niña de Puertollano que, pese a la dureza del confinamiento, está demostrando ser un ejemplo de compromiso y agradecimiento con quienes protegen la ciudad. Ni corta ni perezosa ha preparado unos dulces, en este caso a los esforzados bomberos del parque de Puertollano y la Policía Nacional. Gracias Begoña, eres un cielo. Ánimo que va quedando menos.
