Jesús Martín Rodríguez. Alcalde de Valdepeñas.– Miércoles 25 de marzo. Noticia de El Digital CLM: <<El Defensor del Paciente ha pedido al Fiscal Superior de Castilla-La Mancha que investigue la situación en la que se encuentra la residencia Monteval de Valdepeñas donde este martes fallecieron seis ancianos y calculan que acumula al menos 15 fallecidos desde el comienzo de la pandemia de coronavirus>>.
Jueves 26 de marzo. El alcalde de Valdepeñas da una rueda de prensa y, entre otros temas responde -a instancias de un periodista de otro medio- sobre la noticia. El alcalde la desmiente. Hace públicos el número de enterramientos a esa fecha (son tres y ninguno murieron con diagnóstico del COVID-19) y hace un llamamiento a la prensa para que <<no se haga eco de noticias no contrastadas, porque además de no ser verdad, (el martes no murieron seis ancianos en la residencia aludida) para lo único que sirven es para crear más angustia a la que ya se está viviendo por todos los ciudadanos, él incluido>>. Y además añade: <<solo comentar este tipo de noticias es darle cobertura de verosimilitud y ayudar a su difusión>>.
Iluso el alcalde, creía que con su palabra y los datos que aportaba como prueba se ponía fin a la <<noticia>>. Pues no. Otro medio, dando cuenta de la rueda de prensa del alcalde hace otra noticia paralela.
Jueves 26 de marzo (una hora más tarde. Los digitales corren). Diario Lanza, titular: El Defensor del Paciente dice que han muerto 15 personas en el geriátrico de Valdepeñas por COVID-19 y el alcalde lo desmiente.
¿Sirvió de algo que el alcalde solicitara amablemente a los periodistas su colaboración para que no se hicieran eco de este tipo de noticias? Obviamente no. Pero desglosemos como se redacta la noticia.
¿Se informa al lector de quién es <<El defensor del paciente>>? No (El titular se limita a coger el titular del otro medio, haciendo verdad una noticia que ya está desmentida).
Continuemos con la redacción de la noticia que nos ocupa (fiduciaria de la anterior). Subtitulo: <<Desde Domus Vi Monteval indican que no hacen públicos los datos de infectados por coronavirus, pero que facilitan la información a las autoridades sanitarias y a las familias de los usuarios>>. Si desde la residencia informan que no facilitan datos y el/la periodista no ha contrastado con la autoridad sanitaria los mismos, porque no pregunta al Defensor del Paciente ¿de dónde sacó los datos? y, ¿Por qué da presunción de verdad al Defensor del Paciente en el titular de la noticia sin contrastarla con las autoridades sanitarias?
Sigamos con el cuerpo de la noticia: <<El Defensor del Paciente, Francisco Javier Fernández-Bravo, ha pedido al Fiscal Superior de Castilla-La Mancha que investigue la Residencia de Mayores Domus Vi Monte Val, de Valdepeñas, porque dice que han recibido más de una decena de denuncias de familiares>> .
¿Nos informa el/la periodista que D. Francisco Javier Fernández-Bravo es un abogado y ex Diputado Nacional de una formación política que no obtuvo escaño en las últimas elecciones por Ciudad Real y que en los últimos meses se hizo popular por ganarle en los tribunales al Sescam un litigio millonario que le reportó su parte de beneficios (como en justica corresponde)? NO. Eso no nos lo cuenta el/la periodista, como no nos cuenta de que base de datos se sirvió D. Francisco Javier Fernández-Bravo para afirmar que <<el martes fallecieron seis ancianos>> (obviamente si presenta demanda tendrá que acreditarlo ante el Tribunal correspondiente). De momento el Defensor del Paciente solo ha pedido al Fiscal Superior de Castilla-La Mancha que investigue la situación… Pero eso poco importa para la noticia.
Continuemos con la redacción dada. Si nos atenemos al texto en cursiva y leemos bien, D. Francisco Javier Fernández-Bravo, no dice, en esta ocasión, que el martes murieran seis ancianos en la residencia, dice: <<que han recibido más de una decena de denuncias de familiares>>. Habida cuenta que una decena son diez, porque nos informa el/la periodista en el titular: << El Defensor del Paciente dice que han muerto 15 personas en el geriátrico de Valdepeñas por COVID-19…>>. Más de una decena, pueden ser once o diecinueve. ¿Porque lo tasa en quince el titular?, sencillamente porque se sirve de la noticia de El Digital CLM, a pesar de que el alcalde ya lo había desmentido.
Continuamos con la redacción de la noticia: << Señala (léase D. Francisco Javier Fernández-Bravo) que desde que comenzó la crisis del coronavirus habrían fallecido quince residentes infectados, seis de ellos, ayer miércoles>>… Ayer miércoles, (ya no es el martes que nos informaba el El Digital CLM), y tampoco es en un día los quince, ahora es: <<desde que empezó la pandemia… y seis de ellos, ayer miércoles>>. Además, léase que el declarante dice: habrían (no afirma, especula) pero el titular afirma: El Defensor del Paciente dice que han muerto 15 personas. ¿Por qué?, a esta pregunta daremos respuesta al final.
Seguimos (traslado el texto de la redacción sin quitar una coma): <<Asegura (de nuevo D. Francisco Javier Fernández-Bravo) que los residentes “están viviendo una situación caótica, con compañeros fallecidos y sus cuerpos sin vida en las habitaciones. Creemos que esto no es digno”. Afirma que los familiares no reciben información ni pueden hablar con los residentes>>… Bueno, vale, eso es lo que dice el Defensor del Paciente, aunque no aporta documentación alguna, ni nombre de testigo que lo pueda acreditar (tampoco parece hacerle falta a el/la periodista o al menos no nos dice que se la haya requerido). Claro, que yo lector, ante tanta ambigüedad podría interrogarme si detrás de estas declaraciones que se hacen noticia no hay un interés por parte del denunciante de publicitarse a cuenta del COVID-19 (lo que sería obsceno, dada la situación que estamos viviendo), cuando no un interés crematístico (lo que sería peor) para captar clientes con los posibles damnificados. En ambos casos, como ya apunté en otra ocasión, no hay animal más repugnante sobre la faz de la tierra que el carroñero, porque no se alimenta cuando tiene hambre sino cuando hay carroña.
Sigo narrándoles la noticia con transcripción exacta: <<Por su parte, el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, en su comparecencia de hoy jueves ante los medios de comunicación en el canal de YouTube del Ayuntamiento, ha querido desmentir que la residencia de mayores Domus Vi Monteval haya registrado una quincena de personas fallecidas por coronavirus>> . ¡¡Vaya!! el/la periodista se le ha olvidado matizar que lo que el alcalde hizo fue desmentir la noticia de El Digital CLM que afirmaba que en la residencia Monteval de Valdepeñas habían muerto el martes seis ancianos (me remito al vídeo, está colgado en el canal). Desgraciadamente el alcalde sabe, como todo el mundo, que si no en ese día, en los siguientes, el numero de fallecidos de la falsa noticia se puede hacer verdad. Pero no en un día, no ese martes, que es lo que el alcalde desmintió y el periodista obvia. Lo que si trascribe literalmente el periodista en la noticia es: <<“Estoy harto. Quieren dejar de inventar mentiras. Quieren dejarnos vivir. Ya soportamos demasiada tensión. No contaminen con información falsa. No suplan su aburrimiento con alarmas”, ha manifestado>>, y aquí también se obvia que el alcalde solicitó humildemente a la prensa que se abstuvieran de dar cobertura a estas noticias toda vez que acreditaba con los partes de enterramientos la verdad que la desmentía.
Para el resto de la información de esta noticia me remito al artículo del diario Lanza. Conclusión: Parafraseando el conocido axioma de una parte de la prensa: <<Que la verdad no te estropee el titular>>, las redes sociales se han hecho prensa (todos necesitamos esos cinco minutos de gloria que nos hace objeto de deseo, en este caso, protagonista) y como en un bucle expansivo comprobamos que no hay arma más letal que la palabra. Es como cuando en un pasado no muy lejano nuestros mayores decían: <<Lo ha dicho la televisión>>: La televisión era la voz incuestionable del oráculo. Algo así como la locución latina: Roma locuta, causa finita (Roma ha hablado, el caso está cerrado). El disparate más notorio de las redes es cuando la prensa, haciéndose eco de ellas, eleva a rango de noticia lo que con toda probabilidad nunca lo fue.
No importa cuántas veces la verdad no sea verdad, o siéndolo en parte, estropee el cuerpo y la negrita de la letra en el titular: importa el titular. Sin que al <<periodista>> le importe que <<ese titular>> barra con el soplo de <<la no verdad>> o la <<verdad cuestionada>> la credibilidad de los portadores de la verdad, a saber: la primera víctima, la verdad misma, la segunda, el que porta la verdad y la tercera, el lector que haciéndose eco de la noticia se hace inocente cómplice (o sea víctima) portador de la mentira <<Lo ha dicho la televisión…>>.
En un momento de este artículo me comprometí con el lector a darle contestación a una pregunta, que era por qué el titular de la noticia (a pesar de que el alcalde le solicitara a la prensa que dejaran de dar pábulo y difusión a lo no contrastado) afirmaba: El Defensor del Paciente dice que han muerto 15 personas en el geriátrico de Valdepeñas por COVID-19… El titular afirma esto porque aun añadiendo: y el alcalde lo desmiente… Necesita el/la periodista de ese titular para fabricar una noticia donde la única verdad es la especulación de la verdad. Verdadde la que previamente tenía conocimiento el/la periodista por los datos que el alcalde aportó (aunque, también pudo el/la periodista pensar que el alcalde mentía, cuando de no haber creído al alcalde podía haberlo contrastado los datos solicitando un certificado del secretario municipal que acreditará el número de enterrados ese día). Y a cuenta de la especulación de la supuesta mentira del alcalde, porque no iba el/la periodista a especular con la no verdad de la noticia.
A estas alturas de lo expuesto poco importa la verdad, puesto que no es en ella en la que se basa la intención. Pero reparemos en un dato más que ha pasado desapercibido a los/as periodistas y al lector. La noticia nace de El Digital CLM que publica: <<El Defensor del Paciente ha pedido al Fiscal Superior de Castilla-La Mancha que investigue la situación en la que se encuentra la residencia Monteval…>>, pero este diario no nos confirma si ha contrastado la noticia ante la fiscalía, puesto que no titula << la Fiscalía confirma…>>, titula que: <<El Defensor del Paciente ha pedido al Fiscal…>> pudiendo deducirse que ha sido el Defensor del Paciente el que le ha filtrado tal acción. Y en la segunda noticia (Lanza) el redactor/a de la misma tampoco nos confirma que dicha solicitud de investigación haya sido presentada. Es más, en las declaraciones que en nombre del Defensor de Paciente hace D. Francisco Javier Fernández-Bravo no confirma en ningún momento haber ejercido tal acción, se limita a decir que: <<que han recibido más de una decena de denuncias de familiares>>, y el/la periodista tampoco le pregunta por el busilis que motiva la noticia y que el/ella hace suya ¿Por qué?, porque de no ser cierto que el Defensor del Paciente haya ejercido tal acción, no habría noticia, y lo que importa es fabricar la noticia, sea la que sea, y a consta de lo que sea.
El daño emocional que hayan podido hacer a quienes tengan un familiar en la residencia. La alarma social que haya podido crear la noticia. La angustia que haya trasladado a los residentes de la residencia que la noticia hayan leído… eso importa poco al/el periodista y al Defensor del Paciente. Porque ni aporta publicidad al Defensor del Paciente (que en supuesta deontología ha solicitado a la fiscalía que investigue) corriendo para publicitarse, ni tampoco importa al/el periodista en aras de la voracidad de tener una noticia.
Decididamente, cuando el disparate se instala en la realidad, la sociedad está enferma y no solo de COVID-19.