La empresa Recuperalia, encargada de la recogida y gestión de los contenedores de ropa usados, en consenso con el Ayuntamiento de Puertollano, ha decidido proceder al vaciado y precintado de los contendores de ropa usada.
Esta situación se prolongará mientras dure el estado de alarma nacional debido a la situación provocada por el COVID-19, como medida de prevención y precaución para evitar la posibilidad de contagios entre ciudadanos y los propios profesionales de recogida, al no tratarse de un servicio de primera necesidad como la recogida y el tratamiento del resto de residuos, según informa el consistorio en una nota.
La propagación del coronavirus a niveles de pandemia está obligando que cada día se tomen nuevas medidas para intentar evitar que la gente se siga contagiando y la crisis sanitaria se haga aún más grave. En esta ocasión, la concejala de Medio Ambiente, Noelia Caballero, informa de esta decisión de la empresa Recuperalia acordada con el Ayuntamiento , que por motivos de prevención de riesgos para la salud ha llevado a precintar los contenedores de recogida de ropa usada, por lo que se ruega a los ciudadanos que la dejen en su casa y esperen a que se restablezca el servicio, para que no se acumule en la vía pública.
La recogida de las fracciones de envases ligeros y papel y cartón, así como la de fracción resto se seguirán realizando como hasta ahora, siempre respetando los horarios establecidos para ello. De nuevo recordar la importancia de la correcta gestión de los residuos y, especialmente durante el estado de alarma, teniendo en cuenta las instrucciones recibidas por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Priorizar la reutilización
La empresa Recuperalia instaló en mayo de 2017 cuarenta nuevos contenedores para la recogida de ropa usada que fueron repartidos por los distintos barrios de Puertollano. La empresa adjudicataria del servicio de recogida de ropa ubicó los contenedores en los puntos indicados por el Ayuntamiento para satisfacer la demanda de recipientes para la recogida separada de textiles. El objetivo era atender así a todo el ciclo de recogida selectiva extendiéndolo a ropa, calzado y productos textiles.
Además, este gesto llevaba consigo una importancia medioambiental dado que al reducir la cantidad de ropa y productos textiles que llegan a vertedero se evita la llegada de materias como algodón, lino y plásticos que contienen estas prendas y que tardan muchos años en degradarse, por lo que hay que priorizar su reutilización o reciclaje. El contrato con Recuperalia establecía que la empresa se hacía cargo del servicio, sin coste alguno para el Ayuntamiento, y también tenía que abonar el pago en concepto de ocupación de vía pública por cada uno de los contenedores.
