Pilar Sierra Tapiador: Coherente, rocoso, honesto

Jesús Camacho Segura.– El camarada Pilar ha fallecido esta madrugada, me comunicaban hace un par de horas por las redes sociales. El compañero Sierra ha significado, como pocos, una vida entregada a la causa obrera, en su condición de militante en el PCE y en CCOO. Todos y todas los que  conocimos a Pilar Sierra guardamos un gran recuerdo de su trayectoria, su honestidad, su bondad.

En mi caso, como el de otros jóvenes, tuvimos el primer contacto en casa de otro camarada –Inocencio Ruíz (padre del sindicalista Fulgencio Ruíz Serrano)-, dónde se celebraban reuniones clandestinas del PCE. Allí en esa vivienda recibimos lecturas de contenido político, social y de lucha contra la dictadura; también pudimos calibrar el compromiso militante de aquellos hombres curtidos en la clandestinidad. Personas que, sabiendo lo mucho que arriesgaban, seguían con disciplina férrea la estrategia de su partido para socavar la dictadura y que se abriera paso una gran avenida democrática en España. Un esfuerzo que se realizaba, junto con el de otros anónimos y clandestinos camaradas, desde el convencimiento que sólo la resistencia contra la tiranía podía sembrar cimentos para la libertad. Una actitud imprescindible para salir de la negra vida que millones de “parias de la tierra” recibían cómo destino.

Años después, finalizada nuestra etapa de aprendices de la Calvo Sotelo  en las escuelas salesianas, fuimos empujados para ir tomando responsabilidades y liderar al sindicato en la empresa. Un camino que recorrimos sabiendo que, su consejo, su empuje, era fundamental para sostener nuestro joven ímpetu. El compañero Sierra lo hizo como sabía, con llaneza, con seguridad, sin dobleces, con esa sonrisa socarrona que a veces asomaba en sus labios; la misma que he visto hoy en la fotografía del medio digital que nos ha dado la noticia. La misma con la que, en los talleres de Mantenimiento en la empresa, captaba simpatizantes y afiliación a CCOO. Conocimos, también, su fortaleza cuándo resistió interrogatorios y torturas en la Casa de Baños.

Pilar Sierra fue miembro del Comité de Empresa de Repsol Petróleo, coincidió con otros camaradas de clandestinidad: Cañuelo, “El Tole”, Pedro Ruiz,…, se constituyó  una representación de CCOO preñada de ideales e ilusión. Comenzaba en 1978 una etapa democrática en el ámbito laboral, por la que tanto se estuvo peleando, y allí estuvo el camarada Pilar. Fue un buen compañero, no estaba en primera fila, pero su labor de base, de extensión de las reivindicaciones, de su papel jaleando para masificar las protestas, de la extensión del conflicto, era virtuosa. Una vida repleta de inconformismo, rebeldía, compromiso e ilusión. Valores que ha regado en su familia y en cualquier persona que haya tenido ocasión de compartir etapas o momentos de su larga vida política, sindical y social.

Descanse en paz el camarada, el compañero Pilar Sierra Tapiador. No te olvidamos.

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