De Perpignan a Perpiñán

Expreso este viaje de la grafía francesa de la capital del Rosellón a la grafía española, para evidenciar el tiempo transcurrido entre 1973 y 2020.

El tiempo transcurrido entre la peregrinación para ver El último tango en París y el último baile de Puigdemont –֪prófugo y electo europarlamentario en trámite de perder su inmunidad– y su séquito de habituales y fervientes, en lo que ha sido la concentración del 29 de febrero en la ciudad –no francesa, por favor– sino de la llamada por ellos mismos como parte de la Cataluña Norte, que ya aparece organizada en ‘xarsas’ y comités de apoyo. Anotar que, curiosamente, el periódico La Razón, tituló una de sus crónicas de la campaña electoral de2015 de tal guisa: ‘El último tango en Perpiñán’. No Perpignan, ni Perpinyà.

Llama la atención, por demás, el empeño de los medios habituales por hablar de la concentración promovida por el Consell de la Rèpublica en la ciudad francesa de Perpiñán, capital de Rosellón, cuando esos mismos medios, cuando hablan de geografía catalana o vasca, se acogen a la grafía autóctona, en un gesto oblicuo. Y por ello, Lleida o Araba. Pero ahora Perpiñán.

Una concentración que ha contado con un formidable apoyo estratégico como se puede cotejar en la página independentista vilaweb.cat. Apoyo que ha versado tanto en la información sobre los medios de transportes disponibles como en los alojamiento. Así: “De Barcelona a Perpinyà hi ha 194 quilòmetres, que es poden fer en unes dueshores. Des de Girona, n’hiha 96. I de Figueres el trajecte es potfer en quarantaminuts. Per això es preveu que molts hi vaginamb el seuvehicle. Pel que fa a circulació, des de la prefectura es recomana a totselsvehicles que, aquestdissabte, accedeixin a la ciutat a través de la sortida de Perpinyà Nord, elsautocars, això sí, hi estanobligats. Una de les altresopcionsésl’autocaravana: s’hanorganitzatmitjançant un grup de Telegram en què ja n’hi ha més de cinc-centesapuntades. I ara ja n’hihaalgunes que estan en llista d’espera”. Autobuses atestados, fletados por la asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y claramente subvencionados por la Generalidad de Torra, para acudir a un acto que según el mismo medio digital cuenta que: “L’acte ha despertatl’interès de moltscatalans, que fa un mes ja van exhaurir les places hoteleres de Perpinyà. La plataforma Booking anuncia que el divendres 28 a la nit té el 99% d’allotjamentsocupati que de la nitsegüentnomés en resta el 6%.A Airbnb encara n’hi ha alguns, però no pasgaires i el col·lapse arriba a les viles de la rodalia. El Consell per la República a Perpinyà recomana que, qui pugui, vagi a casa de familiars i amics per alliberar places per als qui no tinguinaquestaopció. Així i tot, diuen que voluntaris del nordacolliran unes tres-centes persones que vindran del sud per ajudar a organitzarl’acte”.

Del acto, me ahorro comentarios, porque les supongo informados de sobra. Y donde se ha destacado la ruptura, más aparente que real. de los partidos independentistas PdCAT y ERC, en la estrategia desplegada en torno a la Mesa de negociación abierta por el gobierno de Sánchez. Mesa calificada por Ponsatí –la otra interviniente en el acto y miembro del gobierno de Puigdemont– como engañifa. De tal suerte que el partido heredero de la vieja burguesía catalanista-pujolista y 3 porcientista –que eso era la fenecida Convergencia Democrática– que ya ha adoptado diversos visages y que ahora desde Waterllo opta por uno nuevo, denominado la Crida per la Rèpublica, aparece más radicalizado que el histórico partido de Tarradellas y Companys. Aunque el acto de Perpiñán contó con el también huido, Toni Comín, más consejero de Puigdemont que miembro de ERC, aunque no lo parezca. Pero sobre todo hijo del desaparecido y sentido Alfonso Carlos Comín, aragonés hijo de familia carlista y fundador en 1969 del movimiento Cristianos por el socialismo, más tarde miembro de OCE-Bandera Roja, y finalmente miembro del PSUC y por ello, integrante del Comité Central del Partido Comunista de España. Pero, sobre todo, Comín padre, autor de un impagable trabajo de 1965 España del Sur. Que daba cuenta desde su perspectiva marxista y cristiana de las desigualdades del norte y del Sur, sin ningún apego independentista ni separatista. Sólo la solidaridad de los pueblos oprimidos y la fraternidad del Norte con el Sur. Hecho que hoy sería impensable en sus hijos, y entre los amigos de su hijo. El Norte y el Sur, de la República, incluso el centro como da cuenta el eslogan de ‘La República al centro[del mundo]’;sin olvidar la otra referencia del imparable expansionismo catalán: ‘No pierdas el Norte’, para aludir a la Cataluña norteña, sin permiso de Macron y del centralismo galo que bebe en los textos fundacionales de la República francesa.

Casi como ahora, donde se relata la importancia de la Cataluña del Norte (francesa evidentemente) con el referéndum del 1 de octubre de 2017 desplegado ilegalmente en la Cataluña del Sur, que ahora en Perpiñán se quieren hermanar como reflejan las opiniones de algunos norteños, como JùliaTauriñá, que ostenta la delegación del Consell en Perpiñán y que afirma que “El Estado francés es elEstado español, pero inteligente”. Lo iremos viendo, en esa simetría de expresiones, copiadas de aquellas olvidadas del Euskadi Norte y Euskadi Sur, que fueron cortadas por el centralismo galo, muy superior al español.

Un centralismo galo, liberal y laico por antonomasia, que permitió otras peregrinaciones, como las sostenidas por los ¿mismos catalanes? para ver los desnudos de María Schneider en el pase de El último tango en París, que se proyectaba en el Cinema Castellet de Perpiñán a lo largo del verano y otoño de 1973. visión y película que hoy sería impensable de producir y de contemplar. Con una escena como la de la violación de la mantequilla, que merced al feminismo reactivo actual y tremendamente prohibitivo, sería condenada al fuego o a la censura, como la que había en la Cataluña del Sur y en España entera. Esos peregrinos serían tildados, pues, de colaboracionistas en los delitos contemplados en el anteproyecto de ley de Libertad sexual, promovido desde el ministerio de Igualdad y desde la facción gubernamental de Podemos. Y por ello, habría que condenar a Marlon Brando y a Bernardo Bertolucci (como se ha hecho con Polanski, con Allen y Domingo), por los excesos sexuales cometidos sin consentimiento, aunque fueran aplaudidos por los peregrinos del Sur. De ello dió cuenta María Schneider, cuando decía: “Me sentí humillada y, para ser sincera, un poco violada, tanto por Marlon como por Bertolucci. Después de la escena, Marlon no me consoló ni se disculpó. Afortunadamente, solo hubo una toma” …“Me sentí llena de rabia. Les tiré de todo” … “Tendría que haber llamado a mi agente o a un abogado porque nadie puede obligarte a rodar algo que no está en el guion. Pero era muy joven. No lo sabía”.

El mismo Bertolucci reconoció la encerrona practicada, aunque hoy nadie recuerde las circunstancias y nadie haya pedido que se retire la película que suscitó tales fervores pueblerinos, peregrinos y penalmente condenables.“La secuencia de la mantequilla es una idea que tuve con Marlon la mañana antes de rodar” … “Pero me porté muy mal con María, ya que no le conté lo que iba a pasar. Porque quería su reacción como chica, no como actriz. Quería que reaccionase de verdad a esa humillación. Creo que me odió y también a Marlon, porque no le contamos el detalle de usar mantequilla como lubricante”.

La bruma del recuerdo impide esos recuerdos. Igual que impide reconocer el grito que acompañaba los estertores del franquismo: ‘¡Libertad, Amnistía, Estatuto de autonomía!’. Hoy los peregrinos del nuevo Perpiñán exclaman ‘¡República, Amnistía a los presos e Independencia!’. Todo por Perpinyà.

Periferia sentimental
José Rivero