El mal en cualquiera de sus manifestaciones ha quedado bloqueado bajo el peso de las piedras y de las oraciones de los daimieleños que han acudido este domingo a la llamada de la Asociación Cultural Bolote de Daimiel.
En la siembra más cercana al Puente Viejo sobre el río Azuer, se ha cumplido esta mañana con la tradición de ‘Atar al diablo’. Dos nudos para entrelazar las matas, una piedra lanzada por encima del hombro derecho y el rezo de un avemaría conforman este ritual, como explicaba, Ana Ramírez de Arellano, componente de Bolote, y que ha participado con sus tres hijos.
Los más pequeños han demostrado que esta conmemoración del ‘Día del Ángel’ tiene futuro y, quien sabe si en unos años, vuelve a sacar a todo el pueblo al campo, como ha recordado que sucedía hace algunas décadas la concejala de Participación Ciudadana. “Mi madre hacía un bizcocho para toda la familia y veníamos a merendar al río porque esa tarde no había colegio”, describía Prado García-Carpintero.
De momento, lo que se ha conseguido es que esta tradición siga viva y poner su granito de arena para convocar el agua, la petición más repetida entre los participantes, además de la salud. “Que llueva y tengamos buenas cosechas”, decía Ana Ramírez de Arellano”, y que “sea un buen año para Las Tablas”, completaba la concejal. Unos deseos compartidos entre trago y trago de la limoná y el aperitivo de frutos secos al que ha invitado Bolote para cerrar la mañana.
