Jesús Millán Muñoz.– Parto del hecho de que la Cultura y la cultura, además de conocimiento y saber, es industria, y que ambas realidades son economía, dinero, inversión, trabajo, empleo.
Por lo cual, pienso que en el actual panorama del mundo, de Europa, de la Península Ibérica, tenemos que desarrollar lo más posible, hacerla más eficiente la industria cultural, porque crea, al menos potencialmente, empleo y, quita desempleo.
Primero. La Biblioteca Regional de Toledo, ha construido una base virtual de autores de la Mancha. Pienso que sobre esta base hay que perfeccionarla, entre otros datos, en cada autor, realizar enlaces a sus páginas oficiales o páginas del autor. Y también, enlaces a las obras publicadas o editadas, de ese mismo autor o autora que están en dicha biblioteca depositada o en otras de la región. Además, en tercer lugar, materializar y exponer curriculum más completos, de varias páginas en algunos casos.
Estimo que se necesita esta base de datos más completa, al menos, en algunos autores no lo están, porque dicho diccionario o directorio virtual, podría ser la base de futuro estudios, investigaciones, artículos, antologías, exposiciones, etc.
Segundo. Copiando y adaptando la idea de los legados que el Instituto Cervantes guarda de diversidad de autores.
Opino, que esta idea, se podría adaptar, ya que no pueden existir museos o fundaciones de todos los autores de una provincia, localidad, región, al menos, se podría buscar una manera, para que sus legados se conservasen para la posteridad, pero también de autores de tercera o quinta categoría.
Porque, entre otros motivos, quizás en generaciones futuras, se desdibujan las categorías de calidad y temáticas, quizás autores, sean de una especialidad o saber o de otro, que en su tiempo fueron considerados de nivel bajo de calidad, de riqueza cultural y estilística y estética, de contenido y de forma, dentro de varias generaciones se piensa de otro modo o de otra manera, por la diversidad de cambios de gustos y de intereses que los tiempos acarrean.
Por otro lado, se podría en esta biblioteca acumular legados de los autores y autoras, independientemente de su fama o notoriedad del presente, para acumular obras, documentos, textos, imágenes fotográficas, por ejemplo, en cajas. Legados que posiblemente de otro modo se perderían, pero incluso los olvidarían descendientes de esos autores, si es que los tienen.
Tenemos que cambiar, la mentalidad, en un mundo tan complejo y tan simple, es obvio y evidente, que cuánta más riqueza cultural conservemos para el futuro, el futuro realizará el uso que crea conveniente. Pero además, si no existen legados para el futuro, poco uso pueden hacer.
El concepto de legado cultural, no solo son las obras editadas o manuscritas, en fotocopias o en otro sistema de reproducción, sino manuscritos o copias de ellos, documentación, cartas, fotografías, etc. Todo ese material, que después, dentro de cincuenta o cien o doscientos años después del tránsito del autor o autora, pueden tener importancia. No solo la producción de ese autor o creador o investigador, sea en una temática o en otra, sino todo el contexto documental, personal, que de otro modo no se conserva. Cierto es, que en algunos casos, hay que colaborar con los descendientes. Pero si se hace de una manera rutinaria, se puede ir llegando a acuerdos con los autores vivos, o en sus últimos lustros, y éste, empezará a donar u ofrecer materiales de todo tipo. Piensen como podría aumentar la riqueza documental de la región o de las provincias o de las localidades, que empezarían a conservar legados de científicos, filósofos, pensadores, escritores, artistas, diseñadores, empresarios, matemáticos, etc.
Tercero. Estas dos sugerencias que son simples, pienso que la biblioteca regional, debería estudiarlas y ponerlas en funcionamiento, desarrollo, perfeccionamiento o matización. Pero pienso, que también, de alguna manera, podrían aplicarla bibliotecas municipales, locales, provinciales en sus ámbitos de actuación, museos, fundaciones, departamentos universitarios, etc.
Cuarto. Los museos locales o provinciales, deberían buscar la manera, sea en forma documental o de textos o imágenes fotográficas y también, en obras de autores de su territorio, si es un museo local o provincial. Porque es la manera más efectiva y eficiente, de conservación de documentación, cartas, fotografías de obras, obras originales, sea en papel, para la posteridad…
Muchos museos y fundaciones piensan que tienen que tener diez Picasso, o diez grandes autores del ámbito nacional. Y si es posible, lo deberían tener en sus exposiciones y depósitos. Pero lo que deben pensar tener, además de todo lo que puedan, es de su ámbito territorial. Al final, si viene una persona de Nueva York, no vendrá a ver Modiglianis, Picassos, Freud, Matisse, etc., que ya tiene docenas en su ciudad y en sus museos, quizás le interese percibir, lo que se crea aquí, en esta región o en esta provincia o en una localidad determinada. Cierto es, completándolo y complementándolo con todo lo que pueda de la región, de la nación, del continente o del mundo… ¡Aviso a respiradores de aire!