Pese a la inmediatez del tiempo –se ve mejor lo más lejano que lo próximo– y al breve decurso transcurrido del siglo XXI, la revista Monograma propuso en mayo de pasado año un empeño por aproximarse a las realidades culturales de Castilla-La Mancha en lo que sería el número 6.
Trabajo que, finalmente, ha sido presentado en Madrid, en la Casa de Castilla-La Mancha el pasado día 14 de febrero. Trabajo que ha editado la Fundación Iberoamericana de las Industrias culturales y creativas, y que ha coordinado Alfonso González Calero. Trabajo que el coordinador ha denominado afortunadamente como Lumbres y ascuas. Apuntes sobre cultura en Castilla-La Mancha a comienzos del siglo XXI, y que ha contado con catorce autores que ha presentado diversas parcelas del universo creativo regional en ese tono de apuntes rápidos. Trabajo que en buena medida debe ser leído como continuación del anterior texto Cultura en Castilla-La Mancha enel siglo XX (Almud ediciones, 2007) y como anticipo de un venidero trabajo sobre el siglo XXI, que obviamente contará ya con otros colaboradores. Entre ambos trabajos existenrelaciones bien visibles en nombres y en temas.
Agrupadas los apuntes culturales en cuatro apartados, que dan cuenta de las artes plásticas, la fotografía, el cine, la música, el teatro, la prensa y la edición, en el primer bloque; museos, archivo y bibliotecas en el bloque segundo; universidad, I+D+i y estudios históricos en el tercer bloque; y cerrando la entrega un trabajo que vincula el desarraigo cultural con la despoblación. Podrían haberse introducido otros campos de prospección, tales como la Literatura, la investigación Arqueológica y el Diseño–Ilustración incluida– en sentido amplio, pero las razones de tiempo de coordinación y plazo de resolución han condicionado las aportaciones expuestas. Aportaciones en las que se deja ver el aleteo de las tecnologías de la comunicación –digitalización, globalización, redes sociales– que están transformando muchas realidades de percepción y de ejecución cultural.
Obviamente, como suele ocurrir en este tipo de trabajos plurales, encontramos dada la diversidad de enfoques, diversas valoraciones y conclusiones: desde cierto entusiasmo por la gestión realizada por las administraciones culturales y otros agentes actuantes, hasta cierta actitud más crítica, como se encarga de anotar el trabajo de presentación del número, que redacta el referido González Calero, y que denomina La cultura en Castilla-La Mancha en el siglo XXI. Dos décadas: déficits, avances, retos. Que se haga un marcaje de proximidad a lasadministraciones culturales, es consecuencia del peso determinante de estas entidades en el escaparate cultural, como veremos.
En una región con un fuerte componente rural y diseminado, el dirigismo cultural y cierta centralización escalonada, es la nota más evidente de buena parte de los análisis aportados. Salvo algunas iniciativas menores en los campos de la edición, de la prensa, de la cinematografía y del galerismo de arte, puede decirse que, en comunidades como la nuestra, el peso de la difusión cultural y de la acción cultural es eminentemente público. Y por ello, aparece marcado por el acento político del momento y por los vaivenes que aún resultan de la Gran Crisis, que desde 2008 ejerció una política de fuertes recortes culturales.
Baste ver el declive de la intervención patrimonial, el recorte en el mantenimiento de los Parques Arqueológicos, la supresión de las publicaciones culturales y la limitación de la exposiciones emblemáticas del tramo temporal anterior, para hacernos una idea del carácter coyuntural de muchos gestos y gastos culturales. Este carácter del perfil público del agente cultural es más evidente si contemplamos los apartados nucleares como los Museos, los Archivos, las bibliotecas, la Universidad misma y otras actividades altamente subvencionadas. Por lo que todo lo que pueda formularse sobre presencia cultural estárecorrido ya por un fuerte acento político.
Acento político o acento institucional que se hermana con la otra cara de la visibilidad cultural, talcual es la creciente tematización de la cultura de la mano del publicitado Turismo Cultural –véase al último FITUR, para concluir hipótesis– y del concepto anglosajón del Edutainmentque trata de hermanar educación y entretenimiento, en lo que no deja de ser sino cultura recreativa. O como se dijera en elpasado de la Obra Sindical: Educación y descanso.
De todas formas, estos trabajos de síntesis y prospección adquieren otra visibilidad con el paso del tiempo, al actuar como mojones camineros que nos permiten otear el trayecto cumplido. Y por ello ver si la lumbre se aviva con nuevo ímpetu de los tiempos o todo queda reducido a brasa. Lo iremos viendo.
Periferia sentimental
José Rivero
Eso hay que comprarlo-conseguirlo, pero ya!
Hay que reafirmar la Cultura como un derecho al alcance de todos los castellano-manchegos y, además, resaltar el deber de cuidar y colaborar con nuestra Cultura…..
Por cierto, la Ley de Mecenazgo de Castilla-La Mancha nació el pasado mes de diciembre con la abstención del Partido Popular y la negativa de Ciudadanos…..
Siento mucho discrepar en relación a la Cultura.
Cada vez más creo que la Cultura es un mito. Y cada vez más veo, que es concebida como un instrumento de propaganda, y eso ahonda en su mito.
Es difícil definirla y clasificarla.
Son realidades humanas objetivas (como la gastronomía) y subjetivas (la literatura) pero me cuesta calificarlas con algo incalificable como el término cultura.
Todo está muy interconectado. Y tratar de parcelar la cultura es querer dominarla, y manipularla.
Prefiero el término las Artes.