Ludmilla Kober.- “Soy uno de los innumerables gatos en el Municipio de CIUDAD REAL sin atenciones sanitarios «control ético», estoy en la calle y llevo mucho tiempo sobreviviendo como puedo, creo que en algún momento tenía familia, me escapé, me perdí o me abandonaron por no querer seguir cuidándome …no lo recuerdo…
Soy un gato manso, confío en los humanos que me hablan, me acarician, incluso me alimentan pero nadie, absolutamente nadie intenta hacerme un huequecito en su casa…
Los que me ven, les doy lástima y pena, pero eso no me ayuda, no me da calor en las frías noches de invierno.
He sido un gato grandote, fuerte y aparentemente sano, pero la vida en la calle está haciendo mella, mi aspecto es desmejorado, mi pelaje sucio y descuidado por lo que cada vez tengo menos posibilidades de encontrar mi familia.
Si, digo «mi familia» porque todos los que sólo manifiestan lástima por mí, no me quieren ayudar de verdad, ni mucho menos quieren ser mi familia.
Estoy en Ciudad Real, donde se supone que hay un proyecto de control ético, un proyecto que únicamente se aplica en zonas concretas donde hay quejas vecinales.
¿Qué pasa con los demás animales en las calles, parques y fincas del Municipio? ¿Qué proyecto, que actuación nos ampara?
Estamos por todas partes, muchos somos portadores de enfermedades como inmunodeficiencia, leucemia, carcivirus, parásitos, etc., contagiándonos incluso antes de nacer por nuestras madres, hembras sin control ético de esterilización y machos sin castración!
Si CIUDAD REAL quiere ser una Ciudad ética con el medio ambiente, cuidada y respetuosa con el entorno, NO BASTA con distribuir botellas de plástico a los propietarios de perros para eliminar orines de «sus animales» (quien se encarga de los orines de humanos, colillas, restos orgánicas, etc. en botellones y fiestas callejeros)?
Es necesario una concienciación más amplia de la población, de cómo se debe cuidar el medio ambiente, las calles, los barrios, los animales, predicar dando ejemplo, atendiendo los animales que por varias razones no tienen dueño y a consecuencia son responsabilidad del Ayuntamiento!
Empecemos por ahí, de nada sirve fabricar y distribuir botellas de plástico financiadas con los impuestos de todos, mientras sigue habiendo innumerables animales sin atenciones sanitarias éticas, que se multiplicarán en primavera y malvivirán hasta encontrar una muerte agonizante muy dolorosa”.
