Carlos Javier Rubio.– Si de toda la historia de Villanueva de los Infantes hubiera que elegir una fecha, esa sería, sin duda alguna, la del 10 de febrero de 1421. Aquel día, el maestre de la Orden de Santiago e Infante de Aragón, don Enrique de Trastámara, otorgó el privilegio de villa a La Moraleja, una aldea de Montiel que por aquellos años estaba experimentando un considerable crecimiento en su población.
Aquel privilegio no solo dotó a aquella aldea de un ayuntamiento propio y de un término jurisdiccional, sino que también supuso la configuración de su escudo y el origen de la preeminencia de esta población sobre todo el Campo de Montiel, ascenso que llegaría a su culmen en 1573, cuando Felipe II desplazó a ella la vicaría de Montiel.
Aquel acontecimiento, que hoy 10 de febrero celebramos su 599 aniversario, anda a la par con el centenario que este año festeja Ciudad Real con motivo de su declaración de ciudad, y cuyos actos fueron presentados por su ayuntamiento en el pasado Fitur. De hecho, como narra la Historia, el privilegio dado a Ciudad Real fue debido a la colaboración que prestaron los ballesteros de su hermandad vieja para sacar al rey Juan II de las garras de su primo, el infante don Enrique, que le tenía secuestrado en el castillo de Montalbán, y el mismo infante quien pocas semanas después firmaría en Ocaña el privilegio con el que se fundó la actual Villanueva de los Infantes. No hace falta decir que Ciudad Real y Villanueva de los Infantes eran hace seiscientos años cabezas de bandos enfrentados, ni que tanto el privilegio dado a Ciudad Real por el rey como el que otorgó el infante a Villanueva tuvieron un carácter político y oportunista. Igual de contingente fue que la nueva villa se llamase primeramente “del Infante”, como un alarde de fuerza del propio don Enrique frente al bando realista.
Hoy quedan muy lejos los problemas políticos y las guerras medievales que alumbraron los privilegios que dieron forma a estas dos ciudades manchegas. Las coyunturas que los hicieron posible son insignificantes en comparación con las trascendentales consecuencias que supusieron para la Historia. En los grandes centenarios de los pueblos, como en los cumpleaños de las personas, lo más importante es recordar lo que somos y celebrar que, a pesar del tiempo transcurrido, seguimos aquí, continuando el camino. No hace mucho, en 2013, celebró Alcaraz su centenario por todo lo alto; el centenario de Sigüenza, que lo cumplirá el 24 de enero de 2024, ya tiene agenda y sus gentes no han dejado perder la oportunidad para conseguir que el gobierno regional colabore en la candidatura a Patrimonio de la Humanidad de su conjunto urbano. Ciudad Real, que ya honró al rey Juan II con una estatua en el parque del Torreón, tiene para este año en marcha exposiciones, conferencias, publicaciones, recreaciones históricas y una “carrera del privilegio” que conectará la capital con el castillo de Montalbán. En Villanueva de los Infantes la cuenta atrás ha comenzado y la celebración del centenario aún es una incógnita. Hoy, a 365 días de la efeméride, aún no hay comisión municipal formada al efecto, ni movilización alguna por parte del tejido empresarial, asociativo y ciudadano, ni voz alguna que hable o haya hablado del asunto. Habrá que sacudirse el pesimismo y ponerse manos a la obra, nunca es tarde si la dicha es buena.
Cuanta razón tienes
En estos tiempos de hoy, la vida en los pueblos, en las villas y en las ciudades va tendiendo a hacerse algo más homogénea…..
Estuve en Villanueva de los Infantes hace unos meses, no lo conocía pero me habían dicho que era precioso, era primeros de diciembre y quedé impresionado del abandono y decadencia que asola al municipio, con montones de casas solariegas e históricas hechas una ruina, mal señalizadas y peor cuidadas, casas cerradas y abandonadas en mal estado innumerables y una ausencia de vida cotidiana y movimiento total, en pleno centro monumental e histórico, no el extrarradio; era día entre semana y para encontrar un restaurante en pleno centro nos vimos y nos deseamos : cerrados o con aspecto dejado era lo que había. Me dijeron que competía con Almagro en empaque y belleza…la verdad triste es que no le llega a la suela del zapato. Denle impulso porque es una pena verlo así.
Querido amigo, desde la ULI., estamos ya trabajando en ello y contamos contigo, claro. Debemos de hacer algo digno de esta conmemoración.