Los vecinos de la barriada Fraternidad de Puertollano han aplaudido la iniciativa de los propietarios de un bazar chino situado en la calle Valdepeñas, que han decidido imponerse voluntariamente un periodo de cuarentena tras regresar a la ciudad minera desde Shangai, donde han celebrado el Año Nuevo chino, y cerrar el establecimiento que regentan durante 14 días.
Vecinos consultados por Europa Press han alabado la decisión de los propietarios del comercio, pese a que ningún miembro de la familia presenta síntomas de coronavirus y todos están en buen estado de salud.
En este sentido han valorado la «conciencia, respeto y amabilidad» de estos ciudadanos. «Es un gesto que refleja un comportamiento ejemplar», señala otro vecino, que ha incidido en que lo que pretenden los propietarios del bazar es «generar confianza» en sus clientes con una iniciativa «desinteresada».
La propia propietaria del negocio, JuaJia Liu, ha enfatizado, en declaraciones a Castilla-La Mancha Media, que han pasado todos los controles obligatorios en los aeropuertos.
El de Puertollano no es el único caso de aislamiento voluntario de ciudadanos de origen chino por coronavirus. Según datos de la Asociación China de España, publicados por El País, se estima en unos 60 los chinos que han decidido emprender esta iniciativa, la mayor parte de ellos en Madrid y Valencia.