La pieza emblemática del folclore manchego, el Fandango de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), ha alcanzado hoy rango mundial tras presentarse en la Feria Internacional del Turismo de Madrid, FITUR 2020, como eje musical para promocionar los ricos recursos turísticos de Villarrubia de los Ojos en esta Feria, por la que se espera pasen más de 253.000 visitantes.
En la celebración del Día de Ciudad Real en el stand de Castilla-La Mancha, la presentación del Ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos ha comenzado con el visionado de un vídeo promocional de los grandes recursos medioambientales, agroalimentarios, hosteleros, históricos y monumentales de la localidad, seguido de la intervención del alcalde, Miguel Ángel Famoso Fino.
Famoso Fino, al que ha acompañado el concejal de Turismo, Luis Amancio Párraga, otros miembros de la Corporación y los componentes de la Agrupación Folklórica Señora de la Sierra, con su presidenta Loli Cañadilla al frente, ha destacado “la grandeza del folclore villarrubiero y la belleza del Fandango, único en su categoría y muy ligado a la historia de nuestro pueblo desde sus comienzos”.
Después se ha referido a otras peculiaridades muy atractivas para el turismo porque “Villarrubia tiene duende”. “Estamos entre la sierra y el agua, o Las Tablas, en un microclima especial que hace a nuestras gentes de Villarrubia gente muy hospitalaria, y a donde os invito a acudir a hacer senderismo, a disfrutar de vuestro tiempo libre, a nuestras casitas de madera y casas rurales, del Parque Nacional de las Tablas, a disfrutar de nuestra estupenda gastronomía, del maravilloso Museo Etnográfico, de nuestras costumbres y Fiestas, en torno a la Virgen de la Sierra, y a vivir nuestra Semana Santa de Interés Turístico Regional”.
Tras sus palabras, los integrantes de la Agrupación Folklórica Señora de la Sierra han interpretado en directo esta pieza artística clave en la cultura villarrubiera, cuya exclusiva coreografía es de tal belleza plástica que han sido muchos los grupos de la región los que lo han incorporado en su repertorio. Costumbre era el bailarlo en las fiestas más importantes o en la celebración de alguna boda o bautizo, ejecutado tal vez por los convidados una vez terminado el convite, o quizás por algunas personas que llamadas a propósito, deleitaban a los allí presentes con la música de sus guitarras o laúdes y sus bailes. La coreografía de este fandango es muy singular, a los acordes de guitarras, bandurrias, y laúdes lo bailan las parejas formando grupos de cuatro. Especial atención merecen la dificultad de sus pasos, la elegancia de su música y la singularidad de su cante.