El concepto de cohabitación, de origen francés, explicita la coexistencia en dos magistraturas del Estado, de titulares pertenecientes a formaciones políticas distintas.
La presidencia de la República conservadora y el jefe de Gobierno socialdemócrata, o su inversa que también se ha dado, elegidos en procesos electorales diferentes.
Situación que ha dado y definido esa posición que, desde la época de Mitterrand, hemos conocido como cohabitación.
Claro que el titular de la presidencia de República tiene competencias gubernativas (defensa y asuntos exteriores) que pueden colisionar con el juego del gobierno y de su primer ministro.
La coalición gubernativa actual en España, aparentemente, no tiene nada que ver con la cohabitación.
Aunque la RAE establece la sinonimia de cohabitación con coparticipación.
Por más que algunos subrayen, por ello, cierto paralelismo cohabitacional.
Que no essólo un problema de soluciones habitacionales superpuestas.
No sólo porque los coaligados proceden del mismo campo ideológico, esto es de la izquierda parlamentaria y de la socialdemocracia.
Si hay una cohabitación implícita, el tiempo lo irá desvelando.
Por ahora la única cohabitación visible es la triple concurrencia de hasta tres ministros y sus respectivos ministerios en un solo edificio.
Que podrían haber sido cuatro, si la sede de Igualdad no se hubiera trasladado a Alcalá 35.
Como ha ocurrido con la sede del anterior Ministerio de Sanidad y Consumo, sito en el Paseo del Prado, que verá sus despachos y locales troceados por la Vicepresidencia de Asuntos sociales, el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Consumo.
Todo ello fruto de la fragmentación de unidades administrativas y de gestión que antes campaban en un solo ministerio, y que ahora dan lugar hasta tres cuerpos ministeriales.
Pablo Iglesias, Salvador Illa y Alberto Garzón, verán sus cuerpos sometidos a esa presión centrípeta de repartir lo que no cabe en su sitio.
Y esta es la nueva cohabitación.
Algo parecido (espacios menguantes) ha dado lugar el ajuste de poltronas en la sala del Consejo de Ministros y su consiguiente necesidad de ampliar asientos y reducir espacios para dar cabida a los 22 ministros y su presidente.
Pura cohabitación.
Igual ha ocurrido en la bancada azul del Parlamento, donde la remodelación ha sido más compleja dadas las dimensiones fijas del hemiciclo y la estrechez de sus deambulatorios.
No es lo mismo disponer más sillones en torno a una mesa, que acomodar los butacones azul en un espacio reducido.
Comportamientos humanos en el espacio.
O proxémica y cinésica.
Claro que los comportamientos más chocantes son los derivados del uso del anterior Ministerio de Sanidad y Consumo, por sus nuevos y triplicados ocupantes.
Sede ministerial tripartita que procede del memorable edificio de los Sindicatos Verticales, Casa Sindical fue llamada, obra de Cabrero y Aburto, ganadora del oportuno concurso y levantada entre 1949 y 1951.
Y que algunos, desde el principio, tildaron de arquitectura fascista por el deje de cierto aire romano o mussoliniano. Allá ellos.
Y por ello en los repertorios de Arquitectura del franquismo, junto al Ministerio del Aire, el Arco de la Ciudad Universitaria, la Universidad laboral de Gijón y la hoy devaluada Cruz de los Caídos, aparece la Casa Sindical.
Y digo edificio memorable consecuentemente, por su arquitectura, no por la institución que albergó durante años.
Pero de este milagro de permanencia en el tiempo, dacuenta lacapacidad de adaptación de la vida y sus circunstancias a espacios que nacieron para otros fines diferentes.
De sindicatos verticales a sede triple ministerial.
Pura cohabitación.
José Rivero
Divagario
Muy agudo e irónico.
A usted hay que leerle especialmente ahora.
Mi teoría es que el franquismo social como conservadurismo de corte liberal y tecnocrático continuó en Alianza Popular. Y que el falangismo social como progresismo de corte dogmático e intervencionista continuó en el PSOE (que no existía durante la dictadura).
El comunismo es una extravagancia extranjera en la España de los millones y millones de propietarios de vivienda.
Esa continuidad en la Democracia se detecta en muchos casos. Un ejemplo es la existencia de numerosas profesiones, ocupaciones y corporaciones (taxista, estibador, funcionario civil, liberado sindical, etc) que se constituyeron en la dictadura con un régimen estatutario que reconocía numerosos privilegios, y que la izquierda ha mantenido gustosamente, porque le mola disfrutar de esos privilegios que siempre han criticado en otros.
La dependencia del proteccionismo gubernamental y presupuestario es el mejor ejemplo de cómo es de falangista esta izquierda, que sin Dios y sin Nación, es capaz de hacer de su ideolegía (antes religión) el sustento de cada día…en Democracia multiplicado por tres (Administraciones y lo mucho que cuelga de ellas).
Pienso (y lo que estamos viendo lo confirma) que tenemos una izquierda en España muy franquista.
El nuevo autócrata (o caudillo) es Pedro Sánchez y Pablo Iglesias (su Primo de Rivera).
Este gobierno va a reinventar el franquismo.
El rodillo ideológico progre sustituye al de antaño católico.
El autoritarismo del Ejecutivo se asemeja al franquista en cuanto que trata también de dominar y controlar al legislativo y el judicial. Jueces y diputados franquistas eran monigotes.
Y su máxima expresión se vislumbra ya cuando tratan de convencernos de que la masonería y el comunismo hoy lo representan esos jueces, esa oposición, esos funcionarios de carrera, esos vecinos, esos compañeros de trabajo, y esos en suma indeseables, que con su oposición y resistencia no tragan con el caudillismo (hoy matriarcal) de los Hermanos Picapiedra.
España ha entrado en una deriva autoritaria.
El poder aquí y fuera ya no es el de dominar la información.
El poder hoy es el FAKE POWER…El poder hoy es la Mentira…
La posverdad ya ha pasado de moda.
Mentir con desfachatez es la moda…y la única vía para detentar o alcanzar hoy el poder.
Y cuando la mentira se impone…nada está a salvo porque es muy difícil atacarla, especialmente porque la mentira es una herramienta formidable de inspirar terror.
La mentira se impone a la Ley.
Dejamos de circular en asfalto.
Y mira que es feo el jodío edificio. Y lo feo que hace este trozo de Paseo del Prado.
A ver si estos tres lo hacen bonito en el ámbito funcional. Con poco lo consiguen.
Bueno, sobre esto de la ‘cohabitación’ saben mucho aquellos altaneros delincuentes que elevaban el brazo durante los actos oficiales en comandita con los obispos y luego pusieron una cruz en la casilla de ‘demócratas de toda la vida’ al rellenar su nueva filiación ideológica…..
O sea…muchos en el PSOE.
Enternecedor. Sobre todo esa autodeclaracion del DFI(documento de filiación ideológica) de estirpe imaginaria. Uno ¿es lo que es o lo que dice que es? Por ahí andan las cosas.
Bueno, uno es lo que es y no es lo que dice ser, sino lo que demuestra ser……