El claustro del Convento de la Merced se ha llenado esta tarde para escuchar al profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha Antonio de Juan, quien, en su conferencia titulada ‘Alarcos 1195’, ha repasado lo acontecido en la histórica batalla que frenó las aspiraciones expansionistas del reino de Castilla en el valle del Guadiana y posibilitó el predominio almohade en la zona durante casi dos décadas.
El historiador ha relatado lo acontecido en la batalla, los antecedentes del siglo XII y sus consecuencias. También se ha detenido en la arqueología y en los trabajos de investigación que se han llevado a cabo desde hace más de tres décadas en Alarcos.
El 19 de julio de 1195, recordaba Antonio de Juan, se produjo el enfrentamiento de las tropas almohades de Al-Mansur y las huestes castellanas de Alfonso VIII, en la que fue una de las grandes batallas de la Reconquista. Tuvo lugar en los campos a la falda sur de Alarcos. Una contienda que derivó en importantes consecuencias, “ya que se perdió todo el territorio reconquistado de lo que es hoy la provincia durante 17 de años, al pasar a manos de los almohades”.
Es el antecedente de Las Navas, apunta. “Aquí se aprende, se ve y, lógicamente, preparó a Alfonso VIII para su posterior revancha en 1212”. El monarca castellano “llevó la lección bien aprendida”, pues la victoria de Las Navas “se debe, en parte, a la experiencia acumulada en la época anterior”.
Puede que fuera el exceso de confianza. Son muchas cosas las que pudieron influir, reflexiona, en la derrota de Alarcos. “Quizá no pensaban que el ejército almohade fuera tan numeroso, y Alfonso VIII no esperó a los refuerzos del Reino de León; atacó y se perdió parte del territorio reconquistado”.
En cuanto a las excavaciones que se están realizando en Alarcos desde el año 1984, destaca el descubrimiento de una fosa de despojos de la batalla, que permitió conocer, gracias al estudio de los restos, lo que era un ejército en campaña. “Cada vez sabemos más sobre quiénes eran los que se enfrentaron, en qué condiciones lo hicieron, cómo eran o qué comían”.
En todo caso, concluye, se ha excavado una mínima parte de lo que se esconde en Alarcos. Lo descubierto no supone “ni el 5% del gran yacimiento de una ciudad en construcción; la ciudad de Alfonso VIII, el antecedente de Ciudad Real”. Fue un proyecto fallido, porque la derrota en la batalla “dio al traste” con la repoblación de Alarcos, «aunque esto posibilitó la creación de Ciudad Real, años después».
La ponencia ‘Alarcos 1995’ es la primera del ciclo «Arqueología y campos de batalla en la Edad Media», organizado por la Asociación de Amigos del Museo de Ciudad Real. Ciclo que continuará el 23 de enero, con » Montiel 1369″ , a cargo de Jesús Molero García, de la UCLM; y concluirá el 30 de enero con la conferencia » Las Navas de Tolosa 1212, que impartirá Juan Carlos Castillo Armenteros, de la UJA.
Muy interesante. Y es que una derrota nunca es un fracaso. Fracaso habrá, si acaso, cuando no somos capaces de asumir la derrota…..
Ojalá vivir en el siglo XII y perseguir moros con una pata jamón.
Extraordinaria conferencia de Antonio de Juan.