2019 ha sido otro mal año para el acuífero de Daimiel, como ya advertía en su reciente informe el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y como se desprende de la última medición en el pozo de captación municipal, situado en un paraje cercano a los Ojos del Guadiana.
A finales de diciembre, el nivel del pozo que abastece a Daimiel marcaba -16,80 metros. Hace un año esa cota era de -13,60 metros. Es decir, en estos doce meses el descenso que se ha producido es de tres metros y veinte centímetros, el mayor de la última década.
En este periodo, hay dos lustros claramente bien diferenciados. Entre 2010 y 2014, el nivel del acuífero ascendió de los -19,50 hasta los -10,00 metros, la cota más cercana a la superficie que se ha registrado en un mes de diciembre de los últimos 30 años. A partir de ese récord, el nivel del acuífero ha ido bajando progresivamente y ha perdido casi siete metros en estos cinco años.
Vaya, quién lo iba a decir… ¿será la pertinaz sequía, o será la agricultura intensiva con riego también intensivo?