El Gobierno de Castilla-La Mancha apuesta por hacer compatible la actividad agrícola con la protección del medio ambiente. Muestra de ello, la puesta en marcha la legislatura pasada de los Planes de Gestión de las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) y la implantación de una línea de ayudas compensatoria.
Una iniciativa que ha permitido poner a disposición de más un millar de profesionales, que voluntariamente han querido acogerse a esta medida adquiriendo un compromiso a cinco años, un total de 40 millones de euros en ayudas en total.
A lo largo de este año 2019 se han abonado, a cerca de medio millar de agricultores de cultivos herbáceos de secano, una cuantía de 3,3 millones de euros. El último de los pagos previsto, se realizará mañana lunes 30 de diciembre. Serán cerca de 1,8 millones de euros para más de un centenar expedientes de que estaban sometidos a control en la campaña de 2018, o bien se encontraban pendientes de cambio de titularidad.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha resaltado que con esta medida los beneficiarios reciben un importe de 208,2 euros por hectárea al año, lo que supone duplicar la renta de los agricultores de secano de estas áreas, demostrando el compromiso del Gobierno regional con la compatibilidad de la agricultura y el medio ambiente.
La ayuda sirve para compensar, por ejemplo, las prácticas de estos agricultores que adaptan la cosecha del producto a las épocas de nidificación y de cría de las aves esteparias.