El Gobierno de Castilla-La Mancha realiza el seguimiento del Plan de Calidad y Eficiencia de Centros Residenciales, puesto en marcha en 2018, durante una reunión de la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, con los directores y directoras de las residencias públicas de la región. Este plan se ha diseñado para incorporar los principios de la Atención Centrada en la Persona al servicio que la Junta de Comunidades presta en centros residenciales propios.
El Plan Calidad y Eficiencia en Centros Residenciales se estructura en tres ejes; trabajar el modelo de atención, los recursos humanos y las infraestructuras. A su vez contempla 20 medidas concretas para su desarrollo entre las que cabe destacar la propuesta de un nuevo Estatuto de Centros Residenciales de Mayores, la creación de un Catálogo de Buenas Prácticas, actualización de las Cartas de Servicio e incorporar acciones de dinamización comunitaria con la implicación familiar en las residencias de mayores.
Este plan afecta a un total de 19 residencias de mayores públicas de 16 municipios de toda la región. Estas residencias disponen de un total de 3.232 plazas que son ocupadas en un 64,5 por ciento por mujeres en relación con su grado de dependencia el 42,5 por ciento de los usuarios presenta una dependencia severa (grado III). El 26,7 por ciento de las personas atendidas estaban en situación de dependencia en grado II.
El perfil de población según su edad es de 56 por ciento mayores de 85 años con pensiones inferiores a los 750 euros. Además, el grupo de personas atendidas entre los 80 y los 90 años representa el más numeroso con un 49 por ciento del total de las personas atendidas en un centro residencial público.
Esta reunión de seguimiento acordó como objetivo terminar las Cartas de Servicio en el primer trimestre de 2020.