¿Se necesitaría una Real Academia en Ciudad Real?

Jesús Millán Muñoz.- ¿Igual que existe, una Real Academia de las Letras y de las Artes en Cuenca, que ya lleva varias décadas, aquí en Ciudad Real, se podría y se debería pensar, analizar, estudiar si se debería crear una semejante?

¿En Toledo existe ya desde un siglo la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo?

¿Por consecuencia diríamos que podríamos sugerir, si no necesitaría Ciudad Real, también una Academia, aunque empezase de una forma muy modesta, y de paso, también Guadalajara y también Albacete?

¿Y ya, que estamos de paso, si Extremadura tiene una Real Academia Extremeña de las Letras y las Artes, no mereceríamos nosotros, también, tener una Real Academia de la Mancha de las Letras y de las Artes y de las Ciencias…?

– Todo puede parecer demasiado difícil, demasiado arduo, demasiado trabajo, demasiado coste económico. Pero yo pienso y opino, que si las realidades culturales, empiezan, muy modestamente, sin demasiados artilugios, pueden comenzar su trayectoria, humilde y sosegadamente, y entonces, el coste en todo es pequeño.

En este sentido, solo falta voluntad e interés. Un pequeño colectivo que lo ponga en funcionamiento, si es posible, con un mínimo apoyo de la administración pública, si es la hipotética Academia de la Mancha, pues por la administración regional, si es en Ciudad Real, por la administración regional, la diputación provincial, el ayuntamiento y poco más…  ¡Y así, similar en el resto de los casos…!

– Siempre surge una duda, que es similar a ésta, si ya existe un Ateneo en la ciudad, si ya existe un Centro de Estudios Manchegos o si ya existe otra institución o varias que hacen las veces, de lo que se está proponiendo…

Pero la respuesta es siempre la misma a la del cantar popular: “por mucho trigo no es mal año”. Es decir, porque en una ciudad, provincia o región existan varias entidades culturales, que puedan tener fines similares. No es una razón, porque con el tiempo, cada una se especializará en diversos terrenos, diversas metodologías, diferentes entidades que lo gestionan, diversas personas que están en ella. Y como en la vida, tiras diez bolas redondas por el mismo terraplén, y cada una terminará al final, en un lugar diferente del paisaje…

Aprovechando que las Cortes Regionales ha creado una Ley de Academias con los fines de participación social y civil en la organización y gestión y difusión de la cultura, pues la región y las administraciones públicas y las entidades privadas y la iniciativa de personas, individuos, grupos tienen el instrumento legal y moral, para empezar a funcionar y materializar este tipo de proyectos, de estabilizar las existentes, y de crear nuevas…

De este modo, con estas academias, sin menoscabo de otras entidades, se podría incentivar y promocionar las diversas áreas y actividades culturales en todos los saberes: Artes, letras, ciencias, filosofía, ensayo, historia, teología, matemáticas, etc.

En un mundo complejo, dentro del seno de la Península Ibérica, dentro del seno de Europa, necesitamos conocer más y mejor, lo que tenemos, lo que hemos ido dejando a lo largo de los siglos, conocer lo que ahora se hace, e ir ofreciendo una proyección para el futuro. Guste o disguste la cultura, es hoy, además de saber y conocer y conocimiento y entendimiento, o al menos, intento de conocer la realidad, es además, una industria. Y toda industria, tiene sus mecanismos y sus leyes. Y uno, uno de ellos es saber, lo que existe y lo que ha existido.

Y, también, en tercer lugar, la cultura es hoy turismo cultural, es decir, movimiento de personas, para conocer diversas realidades interpretativas del mundo. En todos estos campos, la Mancha, cada capital de provincia, cada pueblo o aldea o comarca, necesita, para vivir y sobrevivir, como en una sinfonía, tocar diversos instrumentos y con diversas melodías y, y una, importante, que no hemos desarrollado lo suficiente es la cultura.

Y el concepto de Academia, puede ser muy válido, con ayuda, y sin menoscabo del resto de entidades culturales, públicas o privadas, desde bibliotecas, asociaciones, universidad, entidades culturales de todo tipo, ateneos, etc.

– A veces, me digo, si mi pequeña contribución, como siempre ha sido, es sugerir ideas y conceptos y posibilidades. Durante años, lo hacía hablando con las personas, ahora, ya quizás, por las circunstancias, ya solo lo reflejo en pequeños y modestos y humildes artículos de opinión.

Aquí, aquí dejo un trozo de guante, no digo guante entero, de colores y palabras, sino solo un dedo o dos, para que si existen otros interlocutores, lo recojan, lo maticen, lo analicen, lo perfilen, lo perfeccionen y empiecen, a poner en marcha, una Real Academia en Ciudad Real, y otra en cada capital de provincia que todavía no exista, y desde luego, también una regional…

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