El Hospital General Mancha Centro de Alcázar de San Juan, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha acogido recientemente un curso sobre adicciones, conductas delictivas y educación afectiva-sexual en menores y adolescentes que ha tenido dos días de duración y al que han asistido más de un centenar de profesionales de diferentes ámbitos: trabajadores sociales, médicos, enfermeros y auxiliares.
Tal y como explica María del Mar García, del Servicio de Trabajo Social del Hospital Mancha Centro y una de las impulsoras de esta actividad formativa, el objetivo de este curso ha sido “reciclar conocimientos sobre cuestiones tan importantes como las adicciones, conductas delictivas y la educación sexual entre menores y adolescentes, además de tratar de acercar a los profesionales del ámbito social y sanitario a la realidad de las acciones educativas relacionadas con jóvenes infractores en régimen de internamiento”.
Este tipo de acciones formativas, destinadas a la identificación de indicadores asociados a las conductas delictivas y al consumo de drogas, desempeñan un papel importante en la detección de jóvenes en riesgo y ayudan a su derivación a los servicios sanitarios y dispositivos o recursos específicos de tratamiento.
El gerente del Área Integrada de Alcázar de San Juan, Óscar Talavera, fue el encargado de inauguraresteforo de intercambio de conocimientos y experiencias que, según sus palabras, “servirá para ayudar a enfrentar con garantíasy de forma precoz los nuevos desafíos que presentan estas problemáticas”.
Y es que el consumo de estupefacientes y las conductas adictivas sin sustancia (juego patológico o adicción al sexo) representan un grave problema en nuestra sociedad, siendo el principal causante de trastornos de distinta índole en jóvenes de toda España.
En ese sentido, María del Mar García subraya que la adolescencia es la etapa de mayor riesgo en el consumo de estas sustancias ilegales.
“Por las características evolutivas, la adolescencia es la etapa vital de mayor riesgo en el inicio de consumo de drogas. Los adolescentes buscan su identidad personal y necesitan ser aceptados por el grupo”, explica la trabajadora social del Hospital Mancha Centro.
Durante el curso también se ha puesto el foco en los menores y adolescentes que tienen comportamientos delictivos y antisociales. En ocasiones, este tipo de conductas peligrosas pueden continuar durante la edad adulta.
Por otro lado, la educación afectiva y sexual representa un aspecto de gran importancia en la formación integral de los niños y adolescentes. La educación sexual persigue que las personas se acepten, se sientan bien y se relacionen siendo capaces de expresar sus deseos. Según María del Mar: “Es responsabilidad hacerlo desde todos los ámbitos para así fomentar el desarrollo de relaciones afectivas sanas en las que prevalezcan el respeto, la igualdad y el buen trato.