Comunicado: Ante las violencias machistas, revolución feminista

Manifiesto del Área de la Mujer de Izquierda Unida por el 25N de 2019.- Este año 2019 será recordado como el año en que se superó la barrera de las mil asesinadas por terrorismo machista en el Estado Español desde 2003.

Pero nosotras recordaremos más allá del recuento oficial, a todas las que fueron asesinadas por hombres que no eran ni sus parejas ni ex parejas, simplemente por el hecho de ser mujeres. Desde Izquierda Unida, además, tampoco invisibilizaremos ninguna de las violencias que sufrimos las mujeres: ya sea institucional, sexual, económica o la cosificación y la mercantilización de nuestros cuerpos.

Todas las cifras prueban que nuestra Ley contra la Violencia de Género ni nos protege, ni está mejorando la igualdad entre hombres y mujeres. Esta violencia estructural produce daños irreparables en toda la sociedad, como las 29 niñas y niños asesinados por sus padres y los 221 menores que han quedado huérfanos a causa de la violencia machista.

En este último año la ofensiva patriarcal se ha agudizado, legitimando las violencias contra las mujeres a la vez que invisibiliza el origen de las desigualdades que debemos combatir. El negacionismo de la ultraderecha y el odio creciente hacia el feminismo, tiene nuevas alianzas entre las derechas del PP y C ́s y la ultraderecha de VOX. Estos partidos demuestran una gravísima irresponsabilidad y un talante antidemocrático con sus iniciativas políticas legislando contra las mujeres, el colectivo LGTBI y las migrantes. Ante esto, desde Izquierda Unida decimos alto y claro que CON EL MACHISMO NI SE NEGOCIA NI SE PACTA.

El feminismo está en el centro de su discurso de odio porque nuestras reivindicaciones desarticulan sus estructuras de poder económico y social. Nuestro feminismo es subversivo, anticapitalista, antiimperialista, antirracista y anti LGTBIfóbico. Nos quieren solas y con miedo pero nos tendrán juntas y fuertes. Seguiremos avanzando desde la solidaridad y la diversidad, desde las calles, las instituciones y la cultura. Seguiremos cosiendo alianzas internacionales, hacia una sociedad de respeto mutuo, libertad y justicia para todas y todos.

Por todo ello, desde Izquierda Unida entendemos que es urgente:

  • Que se modifique la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género ampliando la propia definición de violencia de género, cumpliendo con lo ratificado dentro el Convenio de Estambul en 2014. Es decir, que se incluyan las violencias contra las mujeres fuera del ámbito de la pareja o expareja, que se incorpore la violencia sexual, laboral, institucional y también que se incorporen los vientres de alquiler y la prostitución como violencia de género.
  • Que se ponga en marcha el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Es inadmisible que después de un año de trabajo en la subcomisión del Congreso, tengamos un pacto insuficiente, sin calendario ni presupuestos decentes; que solo a través del decreto 9/2018 del gobierno del PSOE se hayan puesto en marcha 7 de las 213 medidas, donde el presupuesto desbloqueado para la gestión local no tenga un indicativo de qué objetivos tiene ni cómo debe ser su implantación.
  • Que se incluya en los Presupuestos Generales del Estado, la lucha contra la Violencia de Género con una dotación económica suficiente para implementar las políticas de prevención, asistencia, protección, justicia y reparación además de un calendario y una evaluación de las mismas donde se incluya además una partida con una nueva Estrategia Nacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer.
  • Que existan Planes Estratégicos de Igualdad con recursos humanos y materiales. No existen dichos planes desde 2016, y cuando existieron han sido intermitentes y sin los recursos necesarios.
  • Que las campañas promovidas desde la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género tengan una perspectiva feminista. No queremos más campañas orientadas a que las mujeres estemos vigilantes y combatamos actitudes y acciones violentas machistas.
  • Que se amplíen los cauces de participación de las organizaciones feministas en el Congreso, Senado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.
  • Que se mejoren los datos para la sensibilización social y la planificación y evaluación de las políticas de igualdad. Debemos explicar públicamente por qué ha fallado el sistema de protección y cómo debemos abordarlo.
  • Que se enseñe educación afectivo-sexual y contra la discriminación y violencia de género desde la óptica feminista y desde la diversidad sexual e identidad de género en todas las fases educativas.
  • Que se desarrollen planes de formación y sensibilización contra la violencia de género de obligado cumplimiento al personal sanitario, educativo, jurídico y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con cursos mantenidos en el tiempo, actualizados y evaluables.
  • Que las y los trabajadores sociales, de atención a las víctimas, del teléfono 016 y todo el personal de la Red de Servicios de VG dejen de ser trabajos externalizados, de gestión indirecta y eventuales, para una red de servicios pública y con empleos dignos como primer paso para la buena atención, información y asistencia de las víctimas de VG.
  • Que se mejore la asistencia social, jurídica y psicológica establecida en el título II de la Ley
    1/2004, con financiación, cooperación interinstitucional, y sin supeditar las medidas a la denuncia judicial de la víctima.
  • Que se desarrollen planes laborales efectivos a víctimas con o sin empleo en todo el territorio español para que las mujeres podamos desarrollar una vida digna.
  • Que se debata en el Congreso de los Diputados la Ley orgánica para la erradicación de la prostitución, presentada por las diputadas de IU.
  • Que se desarrollen medidas legislativas efectivas para la eliminación la Brecha Salarial, incluida la de las pensiones, en el Estado Español.
  • Que se desarrolle una Ley Integral para luchar contra la Trata de Seres Humanos, que además de prevenir y perseguir esta lacra y a las redes de delincuentes que se lucran con esta «esclavitud moderna», contenga un plan de integración para las miles de víctimas, la mayor parte mujeres y niñas, aún sin cuantificar en el Estado español, que es uno de los principales destinos europeos de las migrantes captadas por las redes para ejercer la prostitución.

Por todo lo anterior, desde Izquierda Unida exigimos una estrategia estructural que luche en todos los ámbitos, con recursos económicos y humanos suficientes para que la política no se quede en la firma de documentos institucionales mientras tenemos una realidad inadmisible de violencias y desprotección para las mujeres.

Desde nuestra organización apoyamos las movilizaciones organizadas en el Estado español este 25 de noviembre para reivindicar una sociedad libre de violencia de género.

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