Por cuarto año consecutivo, los vecinos de Brazatortas van a disfrutar de otra rebaja del Impuesto de Bienes Urbanos, una vez que el Pleno consistorial aprobaba recientemente la nueva relación de ordenanzas fiscales y demás tributos, que quedan congelados, pero que en el caso del IBI de urbana queda establecido en un 0,46 por ciento.
La progresión a favor de los contribuyentes torteños es manifiesta en este sentido, toda vez que, si en 2016 el porcentaje impositivo de la contribución urbana estaba en el 0,52, al año siguiente el municipio que preside como alcalde Pablo Toledano, se rebajó al 0,50; en 2018 fue del 0,48% y en 2019 ha estado figada en un 0,47%.
El regidor apunta que esta medida responde a “políticas de incentivación fiscal para el desarrollo de nuestro municipio y como lucha contra el despoblamiento en el medio rural, haciendo así atractivo nuestro municipio para el inversor o, cuanto menos, para las personas que viven aquí”.
De hecho, en el entorno de la comarca, Brazatortas volverá a ser en 2020 la población más ventajosa en este sentido, considerando que en Puertollano el IBI subirá un 9% desde el 0,605 actual; que en Villamayor de Calatrava, este año ha sido del 0,69%; en Cabezarrubias del Puerto, del 0,66; o en Argamasilla de Calatrava del 0,56%.
Respecto al IBI de rústica, la situación también es favorable a Brazatortas, que lo tiene establecido en un 0,45%, por cuanto en Puertollano está en el 0,561% actualmente; en Villamayor está en un 0,61%; en Cabezarrubias es del 0,9; en Almodóvar del 0,95; y en Argamasilla del 0,1%.
“En algunos casos, se trata de más de doble de lo que aquí vamos a tener el año que viene, algo que también es fruto de la excepcional gestión económica que venimos llevando a cabo en este Ayuntamiento, con la colaboración de la ciudadanía, claro está”, señala Pablo Toledano.
Asimismo, y a pesar de que el IPC de referencia que el Consistorio de Brazatortas toma a la hora de establecer su nuevo marco impositivo era de tres décimas más, en el mes de agosto, el resto de tributos directamente dependientes de la Administración local van a quedar congelados para 2020.
“Así, al congelar estas otras tasas y, por lo tanto, no repercutir a nuestros vecinos el incremento del IPC, estamos propiciando también una rebaja añadida ‘de facto’, aunque de una manera indirecta”, apunta Toledano, quien ve que todo esto “es razonable, en comparación a otras localidades con altas cargas fiscales”.