El grupo de Oncología Traslacional de Centro Regional de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA), dirigido por el doctor Alberto Ocaña, ha publicado un trabajo en el que la degradación de proteínas mediante la tecnología PROTAC se perfila como el futuro para el tratamiento del cáncer de mama. Así lo han comprobado tras aplicarla con éxito en casos de cáncer de mama triple negativo.
Para conseguir erradicar este tipo de tumores, el equipo de Oncología Traslacional del Centro Regional de Investigaciones Biomédicas (CRIB) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA) trabaja día a día en el desarrollo de nuevos tratamientos. En esta línea, uno de los proyectos del equipo tiene como objetivo evaluar la eficacia de una nueva generación de fármacos que reconocen proteínas importantes para el crecimiento del tumor para unirse a ellas y destruirlas, evitando así que se puedan volver a activar. A estos fármacos se les conoce como PROTAC.
Recientemente, investigadores de este grupo, en colaboración con investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular del Cáncer de Salamanca, dirigidos por el doctor Atanasio Pandiella, analizó la eficacia de PROTAC en cáncer de mama triple negativo. En concreto, los investigadores evaluaron esta tecnología contra una familia de proteínas clave para el desarrollo de este subtipo: las proteínas BET.
Durante su trabajo, utilizando modelos celulares y modelos preclínicos en ratones, descubrieron que estos compuestos son altamente efectivos, incluso en modelos que haya desarrollado resistencia a tratamientos estándar contra esta familia de proteínas.
Según las palabras del doctor Ocaña, también director del programa de terapia experimental en el Hospital Clínico San Carlos y coordinador del Programa de Nuevas Terapias y Mecanismos de Resistencia del CIBERONC, este estudio “muestra resultados prometedores, ya que esta tecnología, no solo podría usarse como un potencial tratamiento en pacientes que padezcan la enfermedad por primera vez, sino también en pacientes que recaigan o que sean resistentes a otros tratamientos”. Sin embargo, añade, que habrá que esperar a que estos fármacos puedan ser estudiados en ensayos clínicos que puedan corroborar su eficacia en pacientes.
El trabajo ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista Journal of Experimental and Clinical Cancer Research, y ha contado con apoyo económico de entidades privadas, como ACEPAIN (Asociación Costuras en la Piel de Albacete) o la Fundación CRIS CANCER (Madrid), así como de entidades públicas como; la Diputación Provincial de Albacete, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), a través de CIBERONC (Centro de Investigación Biomédica en Cáncer), Universidad de Castilla la Mancha (UCLM), o el Instituto Biosanitario de Salamanca (IBSAL).
“El cáncer de mama sigue siendo una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres de todo el mundo. En particular, el subtipo triple negativo, que constituye entre un 10-15% del total de casos de cáncer de mama, es el que presenta una mayor mortalidad debido a la falta de tratamientos eficaces a largo plazo contra este subtipo”.
Artículo de referencia: Noblejas-López MDM, Nieto-Jimenez C, Burgos M, Gómez-Juárez M, Montero JC, Esparís-Ogando A, Pandiella A, Galán-Moya EM and Ocaña A. Activity of BET-proteolysis targeting chimeric (PROTAC) compounds in triple negative breast cancer. J Exp Clin Cancer Res. 2019 Aug 30;38(1):383. doi: 10.1186/s13046-019-1387-5.