En rara ocasión el salón de plenos de Puertollano ha sido escenario de una sesión tan correcta como la de este jueves, no tanto por los contenidos, que eran de puro trámite en su mayoría y tratados previamente (como debe ser) en comisión informativa, sino por la actitud. Todos y cada uno de los miembros de la corporación parecían sentirse a gusto en el debate, al margen de sus diferencias políticas, y sería deseable que estas circunstancias no fueran la excepción en el transcurso de la legislatura.
La alcaldesa Isabel Rodríguez, flexible y conciliadora, ha manejado con mano izquierda las peticiones de los ediles adaptando el formato plenario a los requerimientos de los grupos e incluso asumiendo sus posibles errores de organización.
Por su parte, los partidos de la oposición han aportado propuestas interesantes como el «Puertollano Tecnológico» del Partido Íber (bien acogida por parte de la corporación) y han reconocido los guiños y cesiones de la presidenta del pleno con intervenciones contenidas y por momentos hasta distendidas.
Ha sido el caso del edil de Vox, Antonio González, que en su turno de preguntas no ha dudado en hacer de su capa un sayo y preguntar a la regidora cuándo va a pagar el Ayuntamiento la asignación que corresponde al grupo municipal de Vox. «Es que se acercan las elecciones y Vox Puertollano está en crisis económica», ha concluido entre las risas de los concejales.